Catalunya tiene "déficits" para integrar inmigrantes aunque destaca por su capacidad de acogida

BARCELONA, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -

Catalunya registra "déficits" para integrar a largo plazo a los inmigrantes en su sociedad, pese a que destaca por su capacidad de primera acogida, según revela el primer Informe sobre la integración de las personas inmigradas a Catalunya, elaborado por la Generalitat y la Obra Social La Caixa como respuesta a uno de los mandatos de la Ley de acogida de 2010.

"Debemos seguir promoviendo la integración plena y efectiva de los inmigrantes que han llegado al país en la última década", periodo en el que se ha pasado de un 4% a un 15,6% de población extranjera, ha constatado este viernes durante la presentación del informe la consellera de Bienestar Social y Familia de la Generalitat, Neus Munté.

Los inmigrantes que viven en Catalunya cobran menos que los autóctonos, están más castigados por el paro y tienen menos propiedades, lo que frena su integración completa en la sociedad catalana.

De hecho, sólo el 23% de los inmigrantes en paro cobra el subsidio, una tasa que en el caso de los autóctonos alcanza el 33%, y las ayudas que cobran son "de peor calidad", según ha señalado el director general de la Fundació La Caixa, Jaume Lanaspa.

Mientras que los inmigrantes representan el 15,6% de la población catalana, cobran el 22,2% de los subsidios, unos datos que "pueden inducir a la demagogia", ha alertado Lanaspa, que ha recordado que los extranjeros son los más afectados por la crisis y la pobreza.

POCO HOMOGÉNEA

El estudio destaca que la distribución de la inmigración es muy poco homogénea entre comarcas --se pasa del 8,6% del Ripollès al 27,7% del Alt Empordà--, con diferencias que pasan a ser "abismales" entre municipios y barrios.

El impacto de la crisis ha "frenado" el proceso de integración de estos inmigrantes en su entorno, por lo que el informe señala la necesidad de orientar las acciones políticas a mejorar este aspecto.

Munté ha abogado por que los inmigrantes "tengan cada vez más espacio y protagonismo" en la sociedad catalana, y ha apostado por el fomento de la convivencia, más allá de la coexistencia.