BARCELONA, 27 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un centenar de personas se manifestaron hoy en Barcelona ante la Conselleria de Educación de la Generalitat para exigir la ampliación de la única escuela pública de Alella (Barcelona), el CEIP Fabra, y así solucionar la "negligente precariedad y masificación" del centro, según expuso el representante del consejo escolar y del AMPA de la escuela, Joan Vilaseca.
La protesta, que reunió a padres y alumnos del centro, estuvo apoyada también por el alcalde de Alella, Andreu Francisco, y algunos representantes de los grupos municipales del consistorio, y se completó con la entrega de 800 firmas a la Conselleria, solicitando que la ampliación se lleve a cabo.
El Ayuntamiento de Alella aprobó, en el pleno del 31 de julio, una moción demandando la "priorización de la ampliación de la que, actualmente, es la única escuela pública de Alella", explicó el alcalde, exigiendo que la Conselleria actúe para mejorar "las condiciones actuales e históricas" de un centro que acoge a más de 500 alumnos.
Pese a que Educación presentó al Ayuntamiento y a la escuela los planos de las obras de ampliación, el proceso "se encuentra ahora paralizado, lo que no es excusa para que, una vez el Ayuntamiento ha dado la licencia para las obras, éstas no empiecen lo antes posible", dijo Francisco.
El alcalde subrayó que el centro, planificado para ser de una línea por curso, tiene la mitad de los cursos triplicados, por lo que demandó que "no se dilate más la situación y se encare definitivamente en los presupuestos de 2009".
La escuela se encuentra distribuida en cuatro edificios y tres módulos prefabricados, situados en distintos espacios del municipio, lo que supone un "peligro real" para los alumnos, que deben desplazarse entre los diferentes emplazamientos, separados por "carreteras y desniveles", resaltó el representante del AMPA, Joan Vilaseca, que calificó la situación de "desesperada para los padres y madres".
Otros problemas son la falta de espacios para usos múltiples, como biblioteca o aula de idiomas, y la masificación del comedor --400 alumnos en un espacio con capacidad para 100 personas--, lo que provoca que los comensales deban distribuirse incluso en aulas de informática.
"No sabemos nada, no tenemos información", lamentó, afirmando que la única respuesta de la Conselleria es "el silencio administrativo". Vilaseca adelantó que si esta situación continúa, convocarán más movilizaciones. "El temor es que nos dejen de lado", admitió.
No obstante, una portavoz de la Conselleria de Educación explicó hoy a Europa Press que es consciente de las quejas de los padres por la masificación del centro, y por eso tiene previstas las obras para la construcción de un nuevo CEIP, cuyas obras no tienen fecha de inicio.
"Es nuestra prioridad", explicó la Conselleria, que detalló que una vez se construya el nuevo centro, los alumnos serán trasladados allí provisionalmente, para iniciar así la ampliación del actual edificio.