Condenan a 22 años de cárcel a un vecino de Sant Joan Despí (Barcelona) por asesinar a su madre tras una discusión

Actualizado: lunes, 26 noviembre 2007 21:22

BARCELONA, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia de Barcelona ha condenado a 22 años y medio de cárcel por un delito de asesinato a un vecino de Sant Joan Despí (Barcelona) que en abril de 2005 mató a golpes a su madre, una anciana de 80 años, cuando la mujer le recriminó que hubiese llegado tarde a casa después de pasarse toda la noche de juerga.

A finales de septiembre, un tribunal popular declaró culpable de asesinato con la agravante de parentesco a Juan Antonio E.A., de 41 años, quien durante el juicio admitió que había acabado con la vida de su madre, acuchillándola primero y rematándola a golpes con una figura de mármol, porque no soportaba que le chillara.

Los hechos ocurrieron el 7 de abril de 2005, cuando el acusado llegó de madrugada al domicilio que compartía desde hacía dos años y medio con su madre en la calle Extremadura de Sant Joan Despí, tras estar tomando copas y cocaína en varios bares de Cornellà, Esplugues de Llobregat y Barcelona.

Según declara probado la sentencia, en base al veredicto, su madre --que estaba recostada en el sofá del comedor-- le recriminó su tardanza y ambos se enzarzaron en una discusión. En un momento dado, el acusado se dirigió a la cocina, cogió un cuchillo e intentó apuñalar a la mujer en el tórax, aunque el arma se le rompió.

Juan Antonio E.A. cogió entonces una figura de mármol de la mesa del salón y golpeó repetidamente en la cabeza a la víctima, María del Carmen E.A., hasta causarle la muerte.

Tras acabar con la vida de la mujer, el acusado se tomó varios frascos de tranquilizantes y se quedó dormido durante horas, hasta que la Policía --alertada por un vecino-- le despertó golpeando la puerta de su casa. El matricida dejó entrar a los agentes, que encontraron el cadáver de la anciana todavía recostado en el sofá.

Según el jurado, el matricida actuó "aprovechando la avanzada edad" de la víctima y la atacó "por sorpresa" para evitar que pudiera defenderse de forma eficaz. A su entender, además, la "brutalidad de la agresión" produjo a la anciana "un padecimiento innecesario".

La sentencia destaca también que madre e hijo tenían una relación "normal", lo que para la Audiencia de Barcelona se traduce en un "mayor reproche" sobre la agresión, que no sólo acabó con la vida de la víctima, sino que "lesionó la confianza y la expectativa de cariño y respeto que debía de tener depositada en su hijo".