Desmantelados siete cultivos de marihuana de un grupo criminal en Lloret de Mar y Vidreres (Girona)

Archivo - Coche patrulla de la Policía Nacional
Archivo - Coche patrulla de la Policía Nacional - POLICÍA NACIONAL VALLADOLID. - Archivo
Publicado: viernes, 23 diciembre 2022 10:52

Han detenido a 11 personas

GIRONA, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -

La Policía Nacional, los Mossos d'Esquadra y las policías locales han desmantelado en Lloret de Mar y Vidreres (Girona) siete cultivos de marihuana de un "peligroso" grupo criminal que distribuía la droga en el centro de Europa.

Según un comunicado de este viernes de la Policía Nacional, el operativo ha culminado con la aprehensión de 4.300 plantas de marihuana, 40 kilogramos de cogollos y la detención del presunto líder de la organización y diez personas más.

Los agentes realizaron seis entradas y registros domiciliarios, tres en cultivos exteriores, en las localidades de Lloret de Mar y Vidreres, e intervinieron dos armas de fuego y numerosa munición.

La investigación se inició en octubre de 2021 tras la detección de una organización criminal que supuestamente se dedicaba al cultivo y traslado de marihuana a países como Francia, Alemania y Polonia, y también se detectaron otros grupos organizados que iban a Lloret de Mar para proveerse de la sustancia.

Los agentes han destacado la "enorme peligrosidad" de los miembros de la organización y han narrado que el supuesto líder disparó con un revólver desde la ventana contra los agentes en el momento de su detención y realizó maniobras peligrosas para echar a los agentes de la carretera mientras realizaban funciones de vigilancia.

Para realizar las vigilancias, solicitaron apoyo de drones y helicópteros y la colaboración del Grupo de Operaciones Especiales de Seguridad (GOES) para una posterior fase de entradas y registros.

'MODUS OPERANDI'

La organización supuestamente alquilaba viviendas para usaras para cultivar tanto en su interior como en el exterior y los responsables viajaban continuamente a Albania para trasladar el dinero obtenido de la venta de la sustancia y captar a ciudadanos que se ocuparan de los cultivos.

Estas personas permanecían en España un máximo de tres meses para no regularizar su situación y se encargaban de los cultivos 24 horas al día, durmiendo incluso en ellas, en unas condiciones de salubridad e higiene "muy precarias".