LLEIDA, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Diputación de Lleida, el republicano Jaume Gilabert, cree que la crisis provocará "algún agujero gordo" en muchos ayuntamientos de pueblos de montaña que han crecido con segundas residencias en los que los consistorios tienen que ofrecer servicios sin tener los ingresos que en los últimos años les ha generado la construcción de este tipo de viviendas.
"Muchos municipios de Lleida han experimentado en los últimos años un crecimiento de obra pública, de mejoras, en poblaciones importantes. Ahora hay un parón serio y eso hará que muchos ayuntamientos que probablemente habían ido muy sobrados o habían hecho grandes planes de desarrollo queden con problemas financieros importantes, seguramente con algún agujero gordo, con problemas de endeudamiento", afirmó Gilabert en declaraciones a Europa Press.
Según el presidente, muchos alcaldes se han dedicado "hacer obras a lo bestia pensando que cuando se desarrolle una zona de un polígono industrial o de viviendas, generará dinero para tapar el agujero".
En su opinión, los municipios con más desarrollo urbanístico sufrirán más la crisis. "En Lleida, los municipios que más sufrirán serán los que han tenido un gran desarrollo urbanístico, sobre todo los de montaña, sobre todo los más pequeños". Argumentó que "durante muchos años ciertos pueblos en los que prácticamente sólo vivía una persona, que estaban abandonados, ahora se ven completamente nuevos, con muchas segundas residencias y las calles muy arregladas".
Gilabert explicó que mientras se han hecho todas las segundas residencias, el Ayuntamiento ha recaudado dinero pero ahora el consistorio sigue teniendo los mismos recursos que tenía hace cuatro años y tiene que dar un servicio en la zona reurbanizada que antes no tenía ofrecer. "Tiene que ofrecer más servicios porque quienes se han construido una segunda residencia irá de vacaciones este verano y querrá tener todos los servicios municipales, las calles arregladas y servicios, como luz en la calle o recogida de basura, además de calles limpias y buenos accesos", afirmó el presidente.
"Todo esta inversión de mantenimiento, que antes no tenía que tener el Ayuntamiento porque sólo vivía una persona, ahora supondrá un gasto fijo que hasta ahora iba soportando con los ingresos fijos que tenía de nuevas obras", aclaró.
El republicano dijo que también hay que tener en cuenta que casi todas estas viviendas son segundas residencias que pertenecen a personas que no están empadronadas en el municipio, por lo que al Ayuntamiento no le entran recursos por aquella inversión, sólo entra la que corresponde a la obra civil que se ha hecho. "Cuando la obra civil se acaba ya no se genera ningún ingreso al Ayuntamiento, salvo el IBI, pero eso es el chocolote del loro".
"Algunos ayuntamientos sufrirán, sobre todo los de la montaña o aquellos pequeños pueblos, como algunos de la Segarra, que estaban en vías de extinción. La falta de financiación del mundo local genera dificultades y ya no hablo de grandes ayuntamientos que han hecho un gran desarrollo urbanístico en función de la obra pública y de las urbanizaciones y que han de mantener todos estos servicios y sea sobre todo de segundas residencias".
A su juicio, si es primera residencia, la cosa cambia mucho. "A título de domicilio fiscal el Ayuntamiento recibes un dinero del Estado en proporción de las rentas, de los habitantes que haya en esa población. Si son segundas residencia, lo único que tienes son gastos", concluyó.
