Concluyen que "el proceso democrático ha sido amenazado pero no destruido"
BARCELONA, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
Una delegación de 33 diputados y exdiputados extranjeros liderados por el exministro de Asuntos Exteriores esloveno Dimitrij Rupel han aprobado este viernes la celebración del referéndum del 1 de octubre y han pedido a la comunidad internacional que "tenga en cuenta los resultados".
En rueda de prensa, han señalado los puntos fuertes y los débiles de la votación, y han lamentado "la violencia" contra los ciudadanos que han ejercido las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado durante la jornada electoral de este domingo.
Invitados por el Diplocat, el Consell de Diplomàcia Pública de Catalunya, entre los puntos fuertes de la votación han destacado que las votaciones se han llevado a cabo en un proceso "positivo, pacífico y amigable" de los votantes pese a lo que han considerado provocaciones del Estado.
También han destacado positivamente que los voluntarios han actuado de una forma eficiente, que había urnas suficientes excepto en los casos en las que han sido "confiscadas" por la policía y que se ha impedido que la gente votara más de una vez.
La conclusión de los diputados extranjeros es "que el proceso democrático ha sido amenazado, pero no destruido y que los catalanes han defendido su derecho a votar con gran valentía e integridad".
DEBILIDADES
Entre las debilidades que han encontrado, "las limitaciones legales y las amenazas políticas" contra el personal del referéndum, y también que no ha sido lo más eficiente que algunas mesas hayan tenido que recoger la información en papel y no a través de un formato electrónico.
Los diputados también han observado dificultades a la hora de garantizar la privacidad del voto, ya que en muchos colegios no había cabinas de votación.
NEGOCIACIÓN DEL ESTADO
Como conclusiones finales, consideran que el referéndum tendría que servir para que en un futuro inmediato el Estado acepte entrar en "negociaciones reales" con los catalanes, y censuran que no lo haya hecho hasta ahora.
También consideran reprobable que la Unión Europea, el Consejo Europeo y otras organizaciones internacionales no haya actuado como mediadoras para facilitar "una solución consensuada y aceptable para las dos partes".
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