BARCELONA 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un total de 35 entidades ecologistas, vecinales, de agricultores y de médicos criticaron hoy la "hipocresía" de la Administración en cuanto a la emisión de gases de efecto invernadero, ya que mientras se habla de llegar a acuerdos de reducción en la próxima cumbre de Copenhague (Dinamarca) y en la reunión preparatoria que se celebrará en Barcelona, está previsto que el Plenario Municipal apruebe hoy la construcción de una nueva incineradora en el área metropolitana de Barcelona.
En este sentido, el coordinador en Europa de la Coalición Internacional contra la Incineración de Residuos (Gaia), Joan Marc Simon, explicó en rueda de prensa que, si todos los países lograran reciclar la mitad de los residuos que producen, se evitaría la emisión de 247 millones de toneladas de dióxido de carbono, y en el caso de que se reciclara el 65 por ciento --cifras alcanzadas por Holanda-- el ahorro sería de 303 millones, el equivalente a suprimir 80 millones de automóviles de las carreteras europeas.
Pero los argumentos contra la incineración no responden únicamente a una lógica de reducción de emisiones, Simon explicó que, incluso en el caso de hablar de plantas de última generación de ciclo combinado que producen electricidad, las emisiones son un 33 por ciento superiores a las de una planta de gas, ya que la potenciación del reciclaje podría servir para crear puestos de trabajo.
20.000 NUEVOS PUESTOS DE TRABAJO
En el actual contexto de crisis económica, las entidades que se oponen al Programa Metropolitano de Gestión de Residuos Municipales (PMGRM 2009-2016), cifraron en 20.000 los puestos de trabajo que podrían crearse en Catalunya en caso de llegar a índices de reciclaje por encima del 50 por ciento, en un sector económico, además, imposible de deslocalizar a otros países, lo que supone diez veces más ocupación y actividad económica que con el modelo actual de gestión de residuos.
Simon añadió que en los países europeos que presentan unos mejores índices de reciclaje ya ha quedado demostrado que la incineración no es la mejor forma de crear energía, porque se destruyen recursos, y esa necesidad propia del siglo XIX ya no es válida, puesto que los residuos son recursos que pueden recuperarse.
Por su parte, Ecologistas de Catalunya (EdC), que han analizado dos escenarios diferentes --uno en el que se apuesta por la incineración y otro en el que no--, señaló que las dos grandes asignaturas pendientes de Catalunya, más allá del reciclaje de cartón y vidrio, son la recuperación de envases y la valoración de la materia orgánica. En este sentido, indicaron que es obvio que el reciclaje ahorra más emisiones de CO2 que la incineración, y cifraron en 260.000 las toneladas de gases de efectos invernadero anuales que se podrían evitar solo en el área metropolitana de Barcelona.
El portavoz de la Plataforma Cívica para la Reducción de Residuos, Òscar Pérez, explicó además las alegaciones que han presentado al PMGRM, entre cuyas deficiencias señaló que no incluye datos de 2008 y que alarga el horizonte de los objetivos que se planteaban para 2012 hasta el 2016, y eso se hace de forma "premeditada" para poder posponer su consecución, opinó.
Asimismo, señalaron que el Programa es "continuista" y no incorpora mecanismos de penalización para aquellos municipios que no lleguen a los porcentajes de recuperación marcados, mientras que se pone énfasis en la creación de ecoparques para el tratamiento de la fracción resto en unas instalaciones que, hasta la fecha, han presentado problemas y no han alcanzado los objetivos esperados.
Las entidades coincidieron en señalar que el nuevo Programa contribuirá a aumentar el cambio climático, consumirá más energía, desaprovechará recursos, y plantea como medida estrella la construcción de una nueva incineradora con capacidad para 450.000 toneladas anuales de residuos cuya ubicación no se especifica, por lo que mostraron su rechazo frontal y pidieron su paralización y revisión para fomentar la recogida selectiva de calidad.