BARCELONA 12 Sep. (EUROPA PRESS) -
El escritor barcelonés Enrique Vila-Matas explora los abismos de la condición humana en su nuevo libro, 'Exploradores del abismo' (Anagrama), su regreso al cuento, un género que no trataba desde hace doce años.
Siguiendo la frase del poeta Juan Carlos Onetti 'se puede estar al borde del abismo, incluso en una cama', Vila-Matas teje una serie de cuentos en los que sus protagonistas se encuentran en el limbo de su abismo personal, social o cultural.
Por 'Exploradores del abismo' desfilan personajes como un niño de 60 años, un padre que desea matar a sus hijos o un curioso hombre que apunta frases en un autobús, todos ellos comunicados por "pequeños detalles" que dotan de unidad a la obra.
Durante la presentación del libro en Barcelona, Vila-Matas aseguró hoy que el libro "mantiene" su "ADN literario" de novelas anteriores, produciéndose una combinación entre su estilo metaliterario de las últimas obras y el más narrativo de sus inicios. "No quise acomodarme en mi fórmula", remarcó.
Vila-Matas (Barcelona, 1948) recordó que "siempre" practica la ficción y que, lo que ha ganado en "serenidad" y "cordialidad" en el aspecto personal --tras superar una convalecencia hospitalaria--, no se ve traducido en un cambio de estilo literario.
El escritor dijo que el tema del abismo "viene de lejos" y ya aparecía en obras como 'Doctor Pasavento' o 'Bartleby y compañía'. "Los escritores deben encontrar el camino para atravesar el abismo", destacó.
El autor señaló que el libro de cuentos es una "reflexión sobre el vacío y cómo darle contenido", en el que hay lugar para los cuentos ortodoxos, los fragmentos de una página y las novelas cortas. También supone una investigación de su regreso como cuentista, ya que "nadie regresa impunemente".
Uno de los relatos de 'Exploradores del abismo' tiene como protagonista a Sophie Calle, en el que "presenta como ficción" un hecho real, que parte de la petición de la artista francesa de que Vila-Matas le escribiera algo y ésta lo viviera en la realidad.
Esta experiencia que Calle ha llevado a cabo con autores como Paul Auster y que ha pedido a otros como Jean Echenoz y Ray Loriga no pudo llevarse a cabo, y Vila-Matas relató en el libro los preparativos infructuosos que se hicieron.
Pese a que en esta obra ha dejado aparcado el estilo metaliterario de obras anteriores y se hayan producido cambios en lo personal, el autor aseguró que siempre les sucederán "cosas vilamatianas", ejemplificándolo en su reciente visita a Mantova el mismo día de la muerte de Luciano Pavarotti en Módena, pueblo próximo.
Entre estos cambios que aduce el escritor también está en "considerar más" al lector. "Empecé no teniéndolo nada en cuenta, incluso lo mataba en 'La asesina ilustrada', pero ahora si cuento con él", concluyó.