BARCELONA, 7 May. (EUROPA PRESS) -
El escritor y poeta Ernesto Pérez Zúñiga se adentra en el deseo y la muerte en la novela de terror 'El segundo círculo' (Algaida), Premio Internacional de Novela Luis Berenguer, que se sitúa en un pueblo casi abandonado junto al que se acaba de levantar una moderna urbanización.
En este pueblo semiabandonado todavía viven cuatro ancianos atormentados por años de soledad, pero éste se revela como un territorio mágico donde convergen dos universos paralelos: el de los vivos y el de los muertos. Esta inquietante novela pretende ser una alegoría sobre la naturaleza humana.
Ernesto Pérez Zuñiga, que es coordinador de actividades del Instituto Cervantes, aseguró hoy en Barcelona que 'El segundo círculo' es una novela sobre el deseo y la muerte "desde el punto de vista de la pérdida".
El escritor remarcó que la novela es un "canto poético de la pérdida y terrible del deseo", que lleva a la tragedia, con una estructura cinematográfica y en la que se destilan influencias como Edgar Allan Poe o Dante. "Es una lectura actual de la novela gótica", añadió Pérez Zúñiga.
Sobre los 'círculos' de Dante, el autor recordó que en la obra del pensador italiano se refería a los lujuriosos, mientras que en su novela se refiere a aquellos que están "contemplando" la escena, con unos muertos que se demuestran "muy vouyeurs" y que muestran su voz al estilo de los coros de las tragedias clásicas.
En 'El segundo círculo' existe un diálogo constante entre lo nuevo y lo viejo, el mundo rural y la sociedad del siglo XXI y lo vivo y lo muerto, en una novela en la que existen "distintos niveles de lectura".
Revestida con una ambientación que recuerda a la novela gótica, con la que el autor se siente identificado, Pérez Zúñiga aseguró que para hablar del "mundo psicológico de la muerte" es necesario hacerlo de una forma sencilla.
Pérez Zúñiga (Madrid, 1971) explicó que entre sus referentes se pueden encontrar desde Edgar Allan Poe a las 'Leyendas' de Gustavo Adolfo Bécquer, y películas como 'La noche del cazador' de Charles Laughton o el 'MacBeth' de Orson Welles, "muy expresionistas".
