BARCELONA, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y de la Universidad de Columbia Británica (Canadá) han identificado en un estudio que la relación entre los espacios verdes y un mejor desarrollo infantil se debe, en parte, a la reducción de los efectos adversos de las exposiciones a la contaminación relacionada con el tráfico motorizado.
La revista 'The Lancet Planetary Health' ha publicado los resultados del estudio en el que han hecho un seguimiento de una cohorte de 30.000 menores, desde su nacimiento hasta los cinco años, en el área metropolitana de Vancouver, informa el centro impulsado por la Fundación La Caixa en un comunicado este miércoles.
El profesorado de las guarderías evaluó su nivel de desarrollo mediante una herramienta que mide la capacidad del menor para cumplir con las expectativas de desarrollo apropiadas para su edad.
La prueba de Evaluación del Desarrollo Infantil (EDI) se divide en cinco apartados: salud física y bienestar; competencia social; madurez emocional; desarrollo cognitivo y del lenguaje; y habilidades comunicativas y conocimientos generales.
Las conclusiones muestran que vivir en una zona con más espacios verdes --como árboles en la calle, jardines y parques-- se asocia con mejores resultados en el desarrollo durante la primera infancia.
Además, han hallado que la relación entre el espacio verde residencial y el desarrollo de la primera infancia se explica, en gran medida, por la reducción en los niveles de contaminación atmosférica por NO2 y, en menor grado, por la reducción del ruido y la contaminación por PM2,5 en el vecindario.
