El Ayuntamiento confía en mantener la apertura en 2016 pese a que la obra avanza "al ralentí"
BARCELONA, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
La construcción de la futura estación intermodal de La Sagrera de Barcelona queda garantizada con la concesión a un operador privado de 6.000 metros cuadrados de techo comercial del vestíbulo por un periodo de 60 años, una operación con la que se prevé obtener entre 300 y 350 millones de euros, que aseguran la financiación de la infraestructura.
Lo han explicado este miércoles fuentes municipales, que han agregado que se mantienen plazos --la estación se prevé para 2016--, tras la comparecencia sin preguntas que han mantenido la ministra de Fomento, Ana Pastor; el alcalde, Xavier Trias, y el conseller de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila, en la firma del protocolo de intenciones que asegura la construcción de la estación.
Fomento comunicó hace unos meses que la estación no podía seguir como estaba planificada, y el Ayuntamiento se puso manos a la obra en un momento en que no se ha certificado obra nueva y la mínima que está en marcha ha avanzado "al ralentí": se han gastado 40 millones, lo que no equivale ni al 10%, y las instalaciones y la arquitectura no están licitadas.
El coste de esta infraestructura se había encarecido hasta los 820 millones, cuando la estructura y los accesos se habían adjudicado por 589,2, a lo que se suma que el Gobierno central mantiene los 255 millones procedentes de la disposición adicional tercera del Estatut, pero Adif no los 161 que debía aportar ni se esperan los 280 de plusvalías urbanísticas.
Se ha diseñado un nuevo modelo que hará que la estación cueste un máximo de 650 millones --surgirán de los 255 de la adicional tercera y los 350 de la concesión del techo comercial--, y la financiación se podrá complementar hasta llegar a los 650 con plusvalías surgidas de un nuevo espacio comercial en el complejo con unas dimensiones similares a las de Illa Diagonal.
Adif prevé sacar a concurso la concesión del techo comercial en un año y medio, y con ella se logra obtener el dinero una vez se adjudique a un privado, y no como se preveía hasta ahora --primero debía construirse la estación y luego se vería si podían colocarse los espacios--.
El consistorio defiende que el periodo de concesión sea a 60 años porque en un primer momento la estación arrancará con 30 millones de usuarios anuales, y no prevé alcanzar su punta máxima de 100 millones hasta después de sus primeros 20 años de funcionamiento.
Según las citadas fuentes, con esta fórmula el Estado ha aceptado hacer algo similar a la estrategia adoptada en los aeropuertos de la red de Aena, en los que ha sacado una concesión de techo comercial a 15 años por 270 millones.
ESTRUCTURA REDUCIDA
Los cambios no se limitan a la financiación y se extienden a la propia estructura: los 180.000 metros cuadrados de techo pasarán a ser unos 140.000, que es el mínimo que pide Adif, lo que conlleva eliminar uno de los edificios previstos, y de cinco andenes del AVE se pasa a cuatro, suprimiéndose uno que era demasiado corto --deben tener un mínimo de 440 metros de largo--.
Una de las modificaciones más visibles desde el exterior será que se racionaliza el vestíbulo del AVE, y las salidas se efectuarán como estaba previsto en el vestíbulo, mientras que las llegadas se harán desde la planta -2 para conectar con el Metro, Rodalies y los buses; la reducción de la estructura también hará que en un primer momento no se construya un tercio de los 2.500 aparcamientos previstos.
