CERDANYOLA DEL VALLS (BARCELONA), 6 (EUROPA PRESS)
Un estudio, que cuenta con la participación del Institut de Cincia i Tecnologia Ambientals de la Universitat Autnoma de Barcelona (ICTA-UAB), ha ensalzado la importancia de la descarga de agua subterránea en los océanos.
Se trata de una conexión hidrológica, con la mezcla de agua dulce de origen continental y salada que se infiltra en el acuífero costero, que es invisible y aporta agua dulce al mar o a otros sistemas de la costa como pueden ser lagunas y ciénagas, ha informado la UAB este martes en un comunicado.
El trabajo, publicado en 'Nature Reviews Earth & Environment', ha consistido en la revisión sobre estos flujos y los posibles efectos biológicos como pueden ser la extracción de agua, el uso de fertilizantes o la infiltración de aguas urbanas, ya que podrían repercutir en la transferencia de nutrientes al océano.
Asimismo, ha determinado que los impactos de la descarga de agua subterránea pueden ser positivos como incrementar la productividad marina o la calificación de corales, aunque ha advertido de otros negativos como promover la eutrofización de las aguas costeras, la proliferación de aguas y los eventos de hipoxia.
El estudio ha indicado que, por el hecho de ser un proceso invisible, "la gestión costera afronta dos riesgos opuestos: ignorar una fuente de contaminación potencialmente importante o desaprovechar recursos de una fuente potencialmente pequeña", así como que, ante la poca limitación, las estrategias y políticas no puedan ser efectivas.
Los responsables de esta observación han determinado que el cambio climático y las modificaciones de usos del suelo alteren los patrones de uso global del agua, favorezcan el aumento del nivel del mar y la intrusión de esta a los acuíferos costeros, cambiando la composición química y el volumen de la descarga de agua subterránea.
El trabajo, en el que han participado también investigadores de universidades e instituciones de Suecia, Australia, China, Estados Unidos, Alemania, Corea y Japón, ha constatado que la descarga de agua subterránea aporta más nutrientes que los ríos en la mayor parte (el 60%) de las zonas estudiadas.