BARCELONA, 8 Jun. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Barcelona en funciones, el socialista Jordi Hereu, ha afirmado este miércoles que asume personalmente la derrota de las elecciones municipales, pero ha pedido a los suyos que le permitan encabezar la oposición municipal para reconstruir la alternativa socialista, aunque no ha descartado el relevo "a medio camino" durante el nuevo mandato.
Lo ha dicho al principio del Consejo de Federación del PSC de Barcelona, que este miércoles por noche vota si ratifica a Hereu como jefe del grupo municipal socialista y de la oposición, y no entrar en el Gobierno municipal, de forma que no asuman concejalías ejecutivas de distrito como les ha ofrecido CiU en los distritos que han ganado, aunque abren la puerta a pactos puntuales con CiU.
Así, la resolución propone mostrar "la plena disponibilidad de llegar a acuerdos con otras fuerzas políticas, y en particular con CiU", sobre todo en las políticas contra la crisis, una postura que habían defendido sobre todo Jordi William Carnes y Assumpta Escarp, los dos encargados del traspaso del consistorio al equipo del futuro alcalde, el convergente Xavier Trias.
Además, incluye reconstruir la alternativa del PSC abriéndose a la ciudadanía y el tejido asociativo, con lo que el PSC celebrará una Conferencia Política Municipal extraordinaria a finales del 2012 o principios del 2013, de acuerdo con las resoluciones del próximo Congreso de la Federación barcelonesa en noviembre, posterior al que celebrará el PSC a nivel de Catalunya.
"Es bueno que nos demos un plazo, y de esto habla la resolución, para que a medio camino podamos decidir si es un proyecto que somos capaces de reconstruir de nuevo, si ponemos ideas fuerza y si ponemos las personas que lo deban encabezar en el futuro", ha afirmado Hereu.
Ha reconocido que podría haber dimitido tras haber perdido la Alcaldía para el PSC por primera vez en 32 años de gobiernos socialistas sin interrupción, pero ha pedido a los suyos lo contrario, que le arropen para fortalecer el proyecto con "una buena oposición".
Hereu pretende hacer una oposición constructiva y a la vez firme e implacable en temas como impedir los recortes en infraestructuras, y responsable en cuestiones como la lucha contra la crisis, ya que la gente tiene demasiados problemas en su vida cotidiana como para hacer lo que han hecho este mandato, que es "espectáculo entorno a la crisis", ha resaltado.
NO HA ARRASTRADO A LOS INDIGNADOS
Si bien ha admitido que ha encabezado un mandato en que no ha "sabido generar una nueva etapa de ilusión hacia el PSC" ante el desgaste de 32 años de gobiernos, y que las municipales del 2007 ya fueron un claro aviso, cree que la derrota no ha sido por la campaña --que ha agradecido a sus colaboradores-- y la situación en que deja la ciudad.
En su opinión, haber perdido con una ciudad así "da más gravedad a la derrota", y ha reconocido que no ha sabido arrastrar a la gente indignada, por lo que cree que deberán dedicarse a recuperar los votantes que se han decantado por la derecha o el resto de la izquierda, los abstencionistas y votantes en blanco y nulo.
"Yo diría que sobre todo es la pasividad lo que nos ha llevado a la derrota", ha zanjado, a la par que se ha referido a factores externos, como la crisis y el desgaste de los socialistas en Europa, aunque precisando que tampoco ha habido una inmensa ola de cambio hacia la derecha en Barcelona.
Hereu, que ha sido aplaudido al principio y al final de su intervención, también ha apelado a hacer un buen traspaso, justo un día antes de explicar ante la prensa la situación de solvencia en que deja las arcas municipales al nuevo equipo de gobierno de Trias.
Ha contado con la asistencia del portavoz del PSC, Miquel Iceta, quien se ha sentado en las últimas filas; del primer secretario de la Federación de Barcelona, Carles Martí, y de concejales como Carnes, Escarp, Guillem Espriu, Jordi Martí y Montserrat Ballarín, aunque no repetirá.
