GIRONA, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la asociación de hostelería Girona-radial, Xavier Nicolazzi, alertó hoy a las instituciones responsables del desarrollo turístico de Girona y sus alrededores de que si se cumplen las previsiones de aumentar en un 60% las habitaciones de hotel en 2009, y no se planifica bien este crecimiento, se las tendrán que "comer con patatas".
Nicolazzi hizo hoy un exhaustivo diagnóstico de la situación creada en Girona desde la creación hace poco más de un año del Auditorio Palacio de Congresos de Girona. Según el análisis de los hoteleros, se necesita "una planificación a 10 años vista" porque, a día de hoy, sube mucho más la oferta que la demanda.
Las ocupaciones durante los meses de julio y agosto van a la baja. En 2004 la ocupación se cerró con 83%, mientras que este año se quedó en un 75,66%. "Nos falta mucho para ser un destino turístico", apuntó.
El presidente denunció que "no hay una buena coordinación entre el Palacio de Congresos y Fira de Girona" y pidió que se solucione esta situación rápidamente. Nicolazzi dijo que estas dos infraestructuras, que llevan miles de personas a sus establecimientos, tienen que "ir cogidas de la mano".
"Girona puede absorber perfectamente un congreso con 1.500 personas si todo lo que rodea una actividad de estas características funciona bien", señaló Nicolazzi. Para ilustrar esta idea explicó que su asociación ha analizado 17 hoteles durante un tiempo y comprobó que mensualmente se piden 1.300 taxis. Nicolazzi se quejó que "no puede ser" que un taxista de la ciudad de Girona no pueda ir al aeropuerto Girona a recoger un pasajero.
La situación turística actual, según los hoteleros, está cambiando influenciada por los vuelos de bajo coste, pero esta nueva realidad no está coordinada con los nuevos hoteles de la ciudad ya que la mayoría son de 3 y 4 estrellas y precisamente son estos los que han bajado la ocupación los últimos meses a favor de otros de menor categoría.
La conclusión de la asociación Girona-radial es que todas la instituciones responsables tienen que planificar el turismo con un horizonte de 10 años. "Tenemos que ver lo que han hecho bien y mal otras ciudades y aprender de su experiencia", añadió Nicolazzi.
