El inventario de los paisajes del Camp de Tarragona evitará su deterioro

Actualizado: lunes, 24 mayo 2010 19:49

TARRAGONA, 24 May. (EUROPA PRESS) -

El Catálogo del Paisaje del Camp de Tarragona, que abarca las comarcas del Tarragonès, Alt Camp, Baix Camp, Baix Penedès, la Conca de Barberà y el Priorat, fue aprobado hoy por el conseller de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal.

Este catálogo, elaborado por el Observatorio del Paisaje de Catalunya, es un instrumento previsto en la Ley catalana del paisaje que sirve para inventariar y analizar todos los valores paisajísticos de la zona y para proponer aquellos objetivos de calidad paisajística que la planificación territorial y el resto de políticas sectoriales deberán tomar en consideración.

El informe hace inventario de los valores ecológicos (como las montañas de Prades y cultivos de la llanura de l'Hospitalet de l'Infant), estéticos (bodegas modernistas de l'Alt Camp y la Conca de Barberà, entre otros) e históricos (castillos medievales del Gaià, conjunto de Montblanc, restos de la Tarragona romana y arquitectura de piedra seca, por ejemplo).

Se incluyen también paisajes con una gran carga simbólica e identitaria para la población (entre otros, el santuario de Sant Magí de la Brufaganya, Montsant y el bosque de Poblet) y otros con valores religiosos, como los territorios de los monasterios de Santa Maria de Poblet y Santes Creus.

El documento dedica un capítulo a cuatro tipos de paisajes muy singulares del Camp de Tarragona, sometidos a intensas dinámicas de transformación: el paisaje del algarrobo, característico de las tierras de secano de las laderas, propio de las áreas mediterráneas y con un alto significado identitario, que se encuentra en fuerte regresión; el paisaje del avellano, entorno natural que se asocia al Camp de Tarragona, también amenazado; el paisaje de la periferia de Tarragona, y el de la fachada litoral del Tarragonès-Penedès.

El actual paisaje del Camp tiene poco que ver con el existente hace un siglo, por el intenso proceso de urbanización en la línea de costa y en áreas significativas de la llanura del Camp y del Penedès. Este proceso ha ido acompañado de un cambio significativo de los usos del suelo, con una creciente extensión de la masa forestal, hasta el 54% de la superficie, un retroceso de los cultivos hasta el 39% del territorio, y un crecimiento del espacio urbano, que ocupa el 7% del área.