BARCELONA, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
El escritor Joan-Lluís Lluís reflexiona sobre un hipotético choque de civilizaciones y el declive de los dioses clásicos en su último libro, 'Les cròniques del déu coix' (Proa Editorial), ilustrado por Perico Pastor.
El libro narra en primera persona como el dios Hefesto, el último superviviente de los dioses del Olimpo, intenta sobrevivir a lo largo de los siglos, después de que su civilización haya perecido a manos de los cristianos, quiénes han prohibido ofrecer sacrificios, negándoles el sustento.
En una entrevista con Europa Press, el autor --que estudió Historia del Arte-- ha explicado que siempre le ha apasionado el siglo IV, cuando el cristianismo poco a poco pasó de ser una religión perseguida a ser mayoritaria, y como prohibieron los sacrificios a los dioses clásicos para eliminar la ritualidad pagana.
Según él mismo, los cristianos mataron de hambre a los dioses clásicos, ya que según la mitología éstos se alimentaban del humo de los sacrificios de animales que los humanos dedicaban a las divinidades.
Lluís ha explicado que, como novelista, se ha otorgado el derecho de resucitar a un dios, y eligió a Hefesto como protagonista porque no es una divinidad perfecta, lo que le permitía describirlo desde su propia humanidad como autor.
En este sentido, el escritor ha querido apuntar que el libro puede ser también una reflexión sobre la naturaleza humana al contraponerla a la de Hefesto, que es un dios y evita con todas sus fuerzas convertirse en mortal, a pesar de ser él mismo profundamente imperfecto.
Estas características le parecieron suficientemente humanas como para que le fuera relativamente más fácil que a los otros dioses interactuar con las personas y sobrevivir.
De este modo el libro, que ahonda en la psique de un dios derrotado que se rebaja al nivel de los mortales, narra las relaciones que establece Hefesto con las personas, a las que necesita y de las que aprende, hasta ser capaz de hacerse a la idea de su propia muerte, pensamiento inconcebible para él hasta entonces.
CRISTIANISMO
Lluís ha querido matizar que ha tratado a las dos religiones --la pagana y la monoteísta-- con el total respeto que merecen, desde un punto de vista neutro, al definirse ateo.
De todos modos, sí ha reconocido que el libro puede entenderse también como una crítica a los métodos del cristianismo, ya que considera que la Inquisición fue algo terrible.
