MADRID/BARCELONA 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de lo Mercantil número 3 de Barcelona ha autorizado el inicio del proceso de venta de la unidad productiva de Cavas Hill, elaboradora de cavas y de vinos amparados en la Denominación de Origen Penedès y propiedad de Nueva Rumasa, con un calendario que fija la fecha de cierre de la operación en febrero, han explicado a Europa Press fuentes jurídicas.
Los administradores concursales valoran el activo de la empresa en 8,8 millones de euros, ha avanzado este jueves 'La Vanguardia'.
Según las fuentes jurídicas consultadas por Europa Press, "es un negocio que se puede vender muy rápido, por lo que en febrero estará resuelto, al menos la fecha para abrir las plicas".
"Tenemos que tantear si hay mercado inversor para ver si hay alguna oferta y luego hacer una puja", han señalado, a la vez que han sostenido que el proceso será más rápido que el de la recién adjudicada Cacaolat --firma catalana de batidos que también pertenecía a Nueva Rumasa-- porque Cavas Hill es una empresa más pequeña y no hay conflicto con Madrid.
En el proceso, los administradores concursales seleccionarán las tres mejores ofertas recibidas, que podrán ser mejoradas, para proponer un candidato final al juez, han explicado a Europa Press fuentes próximas a la administración concursal.
Cavas Hill, en concurso de acreedores desde el pasado mes de julio, ha elevado su pasivo por las garantías otorgadas en la deuda de otras sociedades de Nueva Rumasa.
Según las mismas fuentes, su generación de caja ni da ni se prevé que dé para abonar estas deudas, por lo que se descarta la posibilidad de un convenio de acreedores.
Por este motivo, la administración concursal propuso iniciar la venta a fin de preservar el valor de la unidad productiva y garantizar la continuidad de la empresa, radicada en una denominación de origen "valiosa".
La firma bodeguera genera tesorería, lo que concede tiempo para realizar el proceso de venta de forma "prudente y eficiente", han destacado las citadas fuentes.
Entre sus principales acreedores está la empresa de publicidad Carat y, por las garantías hipotecarias, figuraba en su momento el Santander, que cedió el contrato a Promontoria Holding.