Archivo - Fachada del Palacio de Justicia de Catalunya, sede del TSJC y de la Audiencia de Barcelona. - DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS - Archivo
BARCELONA, 5 May. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia de Barcelona juzga la semana que viene a dos acusados de presuntamente estafar un total de 1,89 millones de euros a 105 personas prometiéndoles invertir su dinero en bolsa.
El juicio durará desde el lunes hasta el viernes y en el escrito de acusación, consultado por Europa Press, la Fiscalía pide ocho años de cárcel para uno de los acusados y tres años para el otro, al que considera su cómplice.
Según la fiscal, los dos acusados eran administradores de una empresa dedicada a asesoramiento bursátil, y los 105 engaños ocurrieron desde que constituyeron la empresa en febrero de 2015 hasta julio de 2016.
El negocio del principal acusado, y en el que presuntamente lo ayudó su cómplice, consistía en captar clientes para que invirtieran firmando un contrato de servicios con su empresa, que aparentaba solvencia y se comprometía a constituir un fondo de inversión de capital privado en empresas del sector petrolífero, con productos que estaban comercializados en la Bolsa de Nueva York.
La empresa se comprometía a constituir este fondo de inversión y, después de un tiempo acordado --normalmente un mes--, devolver al inversor el capital que había entregado más el rédito que hubiera conseguido, para lo que prometía una alta rentabilidad, de entre el 7% y el 50% del capital invertido.
SIN AUTORIZACIÓN DE LA CNMV
La sociedad no tenía autorización de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para las operaciones que ofrecía, y la fiscal reprocha que su "intención era por lo tanto apropiarse" del dinero de los clientes.
Para captar a los clientes contactaron con conocidos y familiares, y también hicieron publicaciones en la página de Facebook de la empresa en las que garantizaban cobrar "el total del capital aportado más las ganancias generadas".
Los mismos clientes aportaron nuevos inversores ante la oferta de "un interés mensual notoriamente más elevado del que se venía ofreciendo en el mercado oficial financiero", y hacían transferencias a la empresa creyendo que el dinero se destinaría a esa inversión.
"FICCIÓN" DE NEGOCIO
Una vez transcurrido el plazo de un mes acordado, los acusados ofrecían a los clientes recuperar su inversión con los intereses pactados o bien volver a invertir los intereses más el capital inicial, haciendo un nuevo contrato mensual con la promesa de que "a la vista de los altos beneficios obtenidos en un plazo tan corto de tiempo, los propios inversores se convertían automáticamente en captadores de nuevos inversores".
La fiscal explica que las supuestas ganancias de los inversores se sufragaban con las inversiones de los nuevos clientes, de manera que la base de inversiones seguía aumentando y "los acusados disponían de fondos para mantener la ficción del negocio", algo que entre junio y julio de 2016 dejaron de poder sostener porque ya no tenían capital suficiente para pagar los intereses pactados ni para devolver las cantidades que les habían entregado cuando los clientes empezaron a reclamar.
Con este engaño, los 105 afectados entregaron a los acusados cantidades de entre 1.000 y 134.000 euros, y solo 32 de los denunciantes recuperaron parte de lo que habían invertido.
Además de las penas de prisión, la fiscal ha reclamado multarlos con 12.000 y 3.600 euros respectivamente, además de devolver el dinero a los afectados, y en esta devolución también pide que participen con 150.000 euros los padres del principal acusado porque se lucraron con parte del dinero conseguido.