CERDANYOLA DEL VALLS (BARCELONA), 15 (EUROPA PRESS)
Un estudio internacional, liderado por el Instituto Max Planck con participación de la Universitat Autnoma de Barcelona (UAB) y centros de investigación de Zaragoza, Vitoria, Santiago de Compostela y Madrid, entre otros, ha demostrado que la Península Ibérica acogió la supervivencia de los linajes paleolíticos más antiguos y las primeras poblaciones del neolítico.
El trabajo ha analizado el genoma de los últimos cazadores-recolectores del final de la Edad de Hielo e individuos neolíticos que vivieron en la Península Ibérica hace entre 13.000 y 6.000 años, según ha informado la UAB este viernes en un comunicado.
La investigación ha supuesto aportar nuevos datos, sobre los pocos existentes, de lo que sucedió hace 13.000 años en la Península Ibérica y ha probado que el linaje magdaleniense --hace 20.000 y 15.000 años-- sobrevivió mezclado con el Villabruna, el grupo que los reemplazó y acabó extendiéndose por prácticamente toda Europa Occidental.
La primera autora del estudio, Vanessa Villalba-Mouco, ha explicado que los "individuos tenían una mezcla de los dos tipos de linajes genéticos más antiguos", aunque el trabajo no ha podido determinar cuándo se produjo, pero sí ha apuntado hacia después del Máximo Glacial, precisando tres hipótesis: ya existiera en la Península un linaje magdaleniense que fue complementado por el grupo Villabruna, los dos linajes llegaran a Europa por separado y se mezclaran aquí y que ya existieran mezclados en el viejo continente antes de llegar.
El estudio muestran que llevan trazas de este doble ancestro paleolítico ibérico y es una indicación de que los últimos cazadores-recolectores locales y los primeros campesinos neolíticos llegados a Oriente Próximo hace unos 7.500 años, con una composición genética completamente diferente, se hibridaron como también se hizo en el resto de Europa.