BARCELONA, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia de Barcelona ha condenado a la Policlínica Londres y a un anestesista a indemnizar con 32.231,43 euros a una paciente a la que no se informó correctamente de las compliciaciones neurotóxicas que podía tener un fármaco que le administraron para someterla a una liposucción.
"Es cierto que la posibilidad de que Eva C. presentara una reacción alérgica o anormal al fármaco utilizado en la anestesia no era conocida y resultaba imprevisible, pero no por eso se debía ocultar a la paciente la posibilidad de que pudiera darse", afirma el tribunal en la sentencia.
La Sección Decimoséptima destaca la importancia de informar sobre las reacciones adversas, frecuentes o no, al medicamento usado para anestesiar, especialmente cuando se trata de intervenciones que no son necesarias para la salud, como era el caso. Es, con una información completa sobre todas las complicaciones y los riesgos, cuando el paciente puede decidir "libremente y con pleno conocimiento" operarse o no.
La demandante, Eva C., se sometió a una liposucción el la Policlínica Londres el 30 de junio de 2003, una operación en la que participaron el cirujano plástico Juan B. y el anestesista José Antonio A. Durante la intervención, no surgieron complicaciones, pero no fue dada de alta hasta el 2 de julio porque presentaba dolor lumbo-sacral y sensación de pesadez en las piernas.
Sin embargo, al día siguiente fue ingresada de nuevo, pero en la Policlínica Barcelona, donde le diagnosticaron un síndrome de cola de caballo incompleta --dolor en la zona baja de la espalda con problemas de movilidad y trastornos sensitivos--. Además, la cirugía no dio los resultados esperados, pues le quedaron nódulos.
La mujer se recuperó parcialmente en el Instituto Guttmann, y demandó a la clínica, al cirujano y al anestesista por el mal resultado de la intervención y las secuelas, causadas por la negligencia del anestesista, quien le causó un hematoma que comrpimió las lumbares, según el perito que aportó su defensa.
Eva C. solicitaba que la indemnizaran conjuntamente por las secuelas, el perjuicio estético, el daño moral y el lucro cesante, por "infraexplotación" de su negocio. También pidió que le devolvieran el dinero de la liposucción y del préstamo solicitado para financiarla, el gasto en medicamentos, el transporte y el drenaje linfático al que se sometió para mejorar el resultado de la operación.
Sin embargo, el Juzgado de Primera Instancia número 27 de Barcelona absolvió al cirujano porque "es normal que en este tipo de intervenciones queden irregularidades" que se arreglan con otros tratamientos, aunque condenó al anestesista y a la Policlínica Londres a indemnizarla con 29.302,14 euros por no haberla informado sobre una posible reacción alérgica al fármaco, tras desestimar que el facultativo le produjera un hematoma.
Ahora, la Audiencia Provincial ha confirmado la absolución del cirujano plástico por los resultados y del anestesista por la cola de caballo que padece Eva C., pero ha elevado la indemnización que deberá pagarle junto al centro de estética hasta los 32.231,43 euros, al aumentar la compensación por las secuelas que sufre e incluir el transporte y el coste de la operación.
