BARCELONA, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
La escritora británica Doris Lessing, proclamada hoy Premio Nobel de Literatura, recibió el 20 de mayo de 1999 el XI Premi Internacional Catalunya en el Palau de la Generalitat, y en su discurso de agradecimiento elogió la capacidad de un pequeño territorio como el catalán de influir "en la cultura del mundo, igual que un sólo libro, y un libro bastante corto".
Aludía así al 'Homenaje a Catalunya', del también británico George Orwell, que contribuyó a "transformar el pensamiento político en Gran Bretaña" en el marco de la Guerra Civil Española.
Tras recibir el premio de manos del entonces presidente catalán Jordi Pujol, aludió a la "tumultuosa" historia de Catalunya, que "no es una parte del mundo que se pueda calificar de tranquila, sin problemas, inmune a los choques y a los cambios".
Para ella, países como éste son "microcosmos del mundo, siempre en cambio constante, sometidos a estrés, y precisamente por eso tan creativos". Destacó que Catalunya está "muy dotada artísticamente" y aludió a la riqueza de su literatura femenina.
También habló de la aportación catalana a la mediterraneidad, pero advirtió de la velocidad de los cambios históricos que ha podido comprobar durante su vida, y destacó la globalización. "Sabemos muy bien cómo es de peligroso e imprevisible nuestro futuro", añadió. Lessing dijo encontrar en Barcelona "una atmósfera propia, casi única, rápidamente reconocible, ni española, ni francesa".
El jurado le premió por la calidad literaria de su obra, fundamentalmente realista, considerándola una de las escritoras más representativas del siglo XX. También la valoró como defensora de la liberación de la mujer y por dar testimonio de una vida marcada por la denuncia de los regímenes racistas de África del Sur, mostrando la vida de las clases inglesas más desfavorecidas y descubriendo la imposición intelectual de ciertas ideologías en nombre del progreso.