Los investigadores del IR Sant Pau a cargo del estudio. - IR SANT PAU
BARCELONA, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un proyecto liderado por el Institut de Recerca Sant Pau (IR Sant Pau) de Barcelona ha permitido establecer nuevas referencias cognitivas basadas exclusivamente en personas sin patología amiloide, que han demostrado su capacidad para mejorar el diagnóstico precoz del Alzheimer.
Los resultados, publicados en dos artículos en 'Alzheimer's & Dementia: Diagnosis, Assessment & Disease Monitoring', permiten detectar casos de deterioro cognitivo incipiente que antes pasaban desapercibidos, informa Sant Pau en un comunicado de este miércoles.
'RENDIMIENTO NORMAL'
La llegada de los tratamientos modificadores de la enfermedad exige identificar "con una precisión creciente" a los pacientes que se encuentran en fases muy iniciales, cuando la intervención es más eficaz y segura.
Sin embargo, la neuropsicología tradicional afronta una dificultad fundamental: determinar qué significa realmente 'rendimiento normal' en personas mayores, teniendo en cuenta que parte del declivio asociado a la edad puede confundirse con cambios propios de la fase preclínica del Alzheimer.
El proyecto responde a esta necesidad redefiniendo las referencias cognitivas con herramientas avanzas y datos procedentes de poblaciones "rigurosamente seleccionadas", lo que permite situar con mayor exactitud el umbral entre envejecimiento saludable y deterioro real.
BIOMARCADORES SIN ALZHEIMER
En la primera parte del proyecto, el equipo desarrolló por primera vez referencias neuropsicológicas basadas exclusivamente en personas sin biomarcadores de Alzheimer y usando modelos estadísticos avanzados, teniendo en cuenta la edad, el nivel educativo y el sexo.
El planteamiento permite definir "con más precisión" qué puede considerarse un rendimiento cognitivo realmente normal en el envejecimiento, ya que al excluir personas que ya presentan amiloide en fase preclínica --aún sin síntomas-- se evita que este ligero descenso asociado a la patología se confunda con envejecimiento saludable.
Paralelamente, los investigadores desarrollaron una calculadora clínica que permite obtener puntuaciones ajustadas de forma "rápida y precisa", facilitando la interpretación individualizada de cada caso en las consultados de memoria.
MEJORA "SUSTANCIAL" CON LAS NUEVAS REFERENCIAS
En la segunda parte del estudio se llevó a cabo el análisis de una muestra de más de 2.400 personas sin demencia, demostrando que la aplicación de estas nuevas referencias mejora "de forma sustancial" la capacidad de identificar alternaciones cognitivas muy leves.
En concreto, las nuevas referencias permiten detectar antes 1 de cada 5 casos de deterioro cognitivo incipiente que antes pasaban desapercibidos.
Los datos confirman que este grupo no representa variabilidad cognitiva propia del envejecimiento: estas personas presentan tasas elevadas de biomarcadores de Alzheimer y una evolución cognitiva más rápida en los análisis longitudinales, lo que indica que se hallan en una fase inicial de la enfermedad.
En contraste, el número de personas que las nuevas normas clasificarían como alteradas sin que exista evidencia biológica de enfermedad es "muy reducido", alrededor del 3%, y en la mayoría de los casos los biomarcadores son negativos, lo que minimiza el riesgo de sobrediagnóstico.