La Seguridad Social aplazó pagos de casi 12.000 empresas de Barcelona en 2010, un 7,48% más

La Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) aplazó la deuda de 11.969 empresas barcelonesas que no podían afrontar el pago de las cuotas en 2010, un 7,48% más que en el ejercicio anterior, según ha informado este martes en la presentación del balance de 2010.

La mayoría de estos aplazamientos, el 93,5%, se adjudicaron a pymes cuyas deudas no alcanzaban los 30.000 euros, el 4,33% corresponde a deudas de entre 30.000 y 90.000 euros, y sólo el 2,1% a impagados de más de 90.000 euros.

El objetivo es que las empresas puedan seguir desarrollando su actividad económica manteniendo íntegras sus plantillas ante la coyuntura de crisis actual, pues el cobro de la deuda se aplaza en un período que oscila entre los 6 meses y los 5 años.

El director provincial de la TGSS, Mateo Albillos, ha subrayado que la Tesorería hizo un seguimiento de 6.512 empresas, medianas y grandes, para prevenir posibles impagos.

De las 236 que fallaron en algún pago, 77 lo ejecutaron de forma total, 22 solicitaron un aplazamiento, 5 comenzaron a pagar en el mes siguiente, 9 saldaron la deuda parcialmente y 96 fueron sometidas a medidas cautelares.

Además, la Tesorería recuperó el año pasado una recaudación de 193 millones de euros correspondiente a empresas que no habían saldado su deuda y a las que se les requirió el pago a través del banco.

Albillos ha destacado la caída del número de inmuebles embargados --de 8.043 a 6.593, un 18,03% menos--, que ha atribuido al hecho de que "cada vez los bienes muebles e inmuebles tienen menos valor cuando llegan a la subasta".

En cambio, el embargo de cuentas corrientes, "más seguro porque el dinero ya está ahí", ha aumentado un 44,3% respecto al año anterior, pasando de los 169.970 embargos a los 245.243.

En total, la Seguridad Social ha concretado 342.993 embargos, un 15% más que en el año anterior.

276 EMPRESAS FICTICIAS

El Observatorio del fraude ha detectado 276 empresas ficticias --casi cinco veces más que en 2009, cuando se detectaron 60--, de las que dependen 6.400 trabajadores.

El modus operandi de estas empresas, que no realizan ninguna actividad, consiste en convencer al trabajador, casi siempre inmigrante, para que pague sus cuotas de la Seguridad Social, y se le promete que las recuperará --por ejemplo, a través del paro--.

Albillos ha lamentado que esta práctica se esté popularizando en el Mediterráneo, y ha asegurado que desde la administración lo están "atajando" dando de baja inmediatamente a cualquier empresa sospechosa.

"De este modo no generan deuda, porque es como si nunca hubieran existido. A partir de ahí es la policía quien dictará si es o no un delito", ha zanjado.