UGT y CC.OO. tachan de "irresponsable" el rechazo de Foment del Treball al AIC

BARCELONA 12 Jun. (EUROPA PRESS) -

Los secretarios generales de UGT y CC.OO. de Catalunya, Camil Ros y Javier Pacheco, han tachado de "irresponsable" la decisión por parte de Foment del Treball de rechazar el Acuerdo Interprofesional de Catalunya (IAC) que estaban negociando las tres organizaciones junto a Pimec.

En una rueda de prensa de ambos sindicatos este lunes, Ros ha considerado que la actitud del presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, ha sido una "falta de respeto" y ha dicho textualmente que la patronal prefiere actuar más de 'lobby' de actos y festejos que de 'lobby' de patronal responsable.

Pacheco ha apuntado que, a las puertas de las elecciones generales, Sánchez Llibre "se está oliendo que la oportunidad interesada de parte es más interesante que pactar para tener la arbitrariedad a disposición en el marco de las relaciones laborales y no tenerla atada con un acuerdo con los sindicatos".

Ros ha explicado que, en el momento en el que Sánchez Llibre les comunicó que no firmaría el acuerdo, ya habían concretado entre las cuatro partes hacerlo este viernes.

"MALAS RELACIONES" ENTRE PATRONALES

Según Ros, las "malas relaciones" entre Pimec y Foment del Treball también han causado el desacuerdo, por lo que ha pedido a las dos patronales encontrar un marco de unidad de acción.

"No puede ser que en cada ámbito de negociación el pique entre Foment y Pimec sea lo que termine condicionando" los convenios, ha añadido.

En esta línea, Pacheco ha lamentado que para las patronales es "más importante cuántos somos que lo que hacemos" en las mesas de negociación de convenios, y ha exigido textualmente que empiecen a reorientar la interpretación de lo que significa ser un agente social en Catalunya.

Tras romper las negociaciones, los dos secretarios han considerado que este 2023 el tiempo para negociar el IAC, vencido desde diciembre de 2020, "se ha agotado".

Según han informado fuentes de UGT a Europa Press, este acuerdo debía "facilitar" que los convenios catalanes prevalecieran por encima de los españoles, y crear el marco para asumir los retos de las transformaciones digitales y climáticas, entre otros aspectos.