Actualizado 04/05/2024 15:43

La CHG niega su responsabilidad en los cortes continuos de agua en Melilla y apunta a la Ciudad Autónoma

Planta desaladora de Melilla.
Planta desaladora de Melilla. - GOBIERNO DE MELILLA

MELILLA, 4 May. (EUROPA PRESS) -

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha señalado problemas de corrosión y averías en la planta desaladora, motivo por el que se están produciendo constantes cortes de agua los hogares melillenses, pero niega su responsabilidad y apunta que se trata de una gestión que debe llevar la propia Ciudad Autónoma de Melilla.

A través de un comunicado de prensa enviado por la Delegación del Gobierno en Melilla, el organismo público ha indicado que "no es cierto que haya solo tres bombas de alta presión en la planta, actualmente hay cuatro instaladas y la de reserva aún sin instalar, pero disponible en la planta para su posible sustitución.

Asimismo, dentro del enfrentamiento que mantienen en esta semana la Ciudad Autónoma de Melilla, en manos del PP, y la Delegación del Gobierno por los problemas de agua en la ciudad española al norte de África, la CHG ha destacado que, "durante la entrega de la Desaladora (IDAM), la Ciudad Autónoma conoció y aceptó que hasta final de 2024, en que se agota el plazo de garantía, todos los posibles imprevistos y terminaciones que pudieran surgir estarían cubiertos por la UTE constructora".

La CHG, organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), ha señalado que este organismo ha sido el responsable de ejecutar la ampliación de la Desaladora, pero no la construcción de una nueva planta, "por lo que mayor parte de la infraestructura es anterior a esta intervención de ampliación, y es precisamente la que presenta síntomas de corrosión, fugas en algunos elementos y averías en filtros antiguos".

La Confederación ha indicado que la IDAM de Melilla fue construida mediante un concurso de proyecto, construcción y explotación por sistema de concesión, adjudicado a la UTE Ferrovial-Cadagua, y entró en servicio en junio de 2007 con un plazo de explotación de doce años que finalizó en junio de 2019, dirigida por la Ciudad Autónoma, "sin haber realizado durante todo ese tiempo labores de renovación o mantenimiento de la planta de entidad reseñable, lo que supone un hándicap en el estado de la instalación en la actualidad".

La CHG ha asegurado las obras fueron adjudicadas en junio de 2020 por un importe de 17.449.436 euros y un plazo de 27 meses, y su objetivo principal era el aumento de la producción de la planta hasta los 30.000 metros cúbicos por día mediante la ejecución de un cuarto bastidor, así como la construcción de un nuevo inmisario, los filtros y todos los elementos electromecánicos necesarios para su puesta en marcha.

Tras la tramitación de dos modificados durante la ejecución de las obras, que aparte de cubrir las incidencias surgidas durante la construcción hicieron posible la sustitución de la totalidad de las membranas de los cuatro bastidores y limpieza del inmisario existente, mejoras que no estaban contempladas en el proyecto inicialmente contratado, se amplió el plazo de explotación e incrementó el presupuesto total a 23.060.090 euros.

Desde la CHG se destaca asimismo que la Ciudad Autónoma dispone desde el año 2008 de unos grupos electrógenos de reserva que "nunca puso operativos", los cuales sirven para garantizar la continuidad en el funcionamiento de la planta en caso de avería de la línea eléctrica. "Al no estar operativos durante la ejecución de las obras, dio lugar a que durante la ejecución de las mismas se produjeran cortes en el abastecimiento de la población por averías surgidas en la línea eléctrica que se podrían haber evitado", han concluido.

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