LOS ANGELES 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
La edad no perdona y la piel tampoco. Las arrugas marcan el rostro de los mortales según pasan los años encaminándoles hacia la vejez. Esto es lo que le está sucediendo a Melanie Griffith, ¿quién dijo lifting?
A pesar del gimnasio y de la dieta, el tabaco y el paso del tiempo no perdonan y la actriz de 54 años de edad también se ha visto asediada por las marcas de expresión y las arrugas.
Así de natural y sencilla se presentó Melanie el pasado domingo al acto "Best in Show Drag" en Los Ángeles para recoger fondos para el tratamiento contra el Sida. Y es que las inyecciones de colágeno en la boca y las diversas cirugías estéticas de la actriz han pasado a un segundo plano.
La estrella quiso mostrar su peculiar "lavado de cara" mostrando su esbelta figura enfundada en un juvenil atuendo, un pantalón ajustado y una chaqueta de cuero negro conjuntados con una sensual camisa blanca de seda.
Las malas lenguas señalan que el look juvenil de la esposa de Antonio Banderas, se contradice con las marcadas arrugas que surcan su rostro de Melanie. Pero lo cierto es que la naturalidad prima y reflejar el pasado y las vivencias en el mapa de la piel no tiene por qué ser un hecho que avergüence a Melanie sino que ésta debe sentirse orgullosa.
Desde luego, Antonio está encantado con su esposa con la que lleva 17 años de matrimonio y tiene tres hijos: Stella, de 15 años, Alexander, de 26 y Dakota, de 22 años. "Incluso en situaciones de crisis, hemos sido lo suficientemente pacientes para detectar que al final del túnel había una luz", ha revelado el actor.