MADRID, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
Si eres de las que no se atreve a hacerse un cambio radical por miedo a los arrepentimientos, te enseñamos como simularlo. Con pequeños toques, conseguirás sentirte y que te vean muy diferente. Y no te preocupes, que son reversibles.
1º CAMBIA DE PIEL
¿Te maquillas a diario? Evita aplicarte a diario una base oscura, puesto que el efecto bronceado extremo, y sobre todo en invierno, queda muy artificial. Prueba a suavizar uno o dos tonos tu base y si quieres un punto de color, utiliza base de polvos de sol en la zona T muy bien difuminada.
Si no te sueles maquillar, prueba un día a aplicarte un poco de colorete en tonos rosados en los pómulos. Tendrás un aspecto mucho más dulce.
2º ¿TE HAS HECHO ALGO EN EL PELO?
Todo el mundo lo notará. Si simplemente pruebas un día a cambiarte la raya de lado, verás como el resultado será mayor que un cambio de imagen pasando por la peluquería. Haciendo un gesto tan simple como ladear tu raya, conseguirás simular un completo cambio en tu óvalo facial.
Prueba a cambiar la tonalidad de tu pelo con unos reflejos a base de tintes naturales. Conseguirás verte diferente, y el color se va con los lavados.
EL SECRETO ESTÁ EN LOS OJOS
La mirada es la encargada de darnos singularidad. Con pequeños cambios en el maquillaje de tus ojos, los efectos se multiplicarán. Si eres de las que siempre optan por hacerse la raya del ojo del párpado inferior marcándolo hasta el lagrimal, prueba a acerte sólo media raya. Te sentirás y te verán diferente. Para darte un toque más felino y sexy, no lo dudes y experimenta haciéndote el rabillo el final del ojo.
