Por Paula Gárgoles
Eduardo Aldán lo es todo en el espectáculo "Espinete no existe". Productor, guionista y actor de la obra que lleva cuatro años consecutivos en cartel, ha batido el record de permanencia en la Gran Vía llenando el teatro durante cuatro años seguidos con su función. Aldán, que saltó a la fama como actor y guionista en "El club de la Comedia" y en "5 Hombres.com", continúa con su monólogo sobre la infancia y las pequeñas cosas que han marcado a varias generaciones un año más pero lamentablemente, ha declarado que no habrá más temporadas y que se centrará en escribir guiones y en ser productor de su compañía. La aventura ha sido toda una paliza, y quiere participar en más proyectos por lo que seguirá produciendo pero no actuando, según nos ha contado.
-¿Por qué crees que ha gustado tanto a la gente?
-Porque toco un fibra sensible, que son los recuerdos. Estaba previsto que durara un mes y llevamos cuatro años en cartel. Es curioso porque gente de distinta edad se rie con los mismas gracias. Es una obra multigeneracional que gusta a gente de 50 años o de 18. Muchas veces los recuerdos son más agradables que el presente.
-¿Qué de innovador hay en tu espectáculo?
-Apelo a todos los sentidos: en la entrada se regalan piruletas para que entren con el sabor de la infancia. Ponemos música de las series de los 80. Hay un momento en el que a través de la pantalla Miliki pregunta.¿Cómo están ustedes? Y el público responde a gritos:bien.
-¿De dónde has sacado las ideas del monólogo?
-Todas son de mi experiencia personal, de mis propios recuerdos. Hay un momento del monólogo que hablo de un tal Mario, al que tenía mucha envidia y esa persona existe y hace poco me la encontré por la calle y nos saludamos con mucho cariño.
-¿Cuál es el mensaje que quieres transmitir ?
-Que los sueños no se cumplen porque se deja de pensar en ellos. Cuando a tu sueño, lo conviertes en objetivo, podrás lograrlo y si no ocurre, no pasa nada porque esa lucha es lo que te mantiene vivo. Recordáselo a la gente, hace que salga a más feliz de como entra. Se percibe en las butacas.
-¿Te consideras un luchador?
- He luchado toda mi vida por perseguir mi sueño. No he tenido nada fácil y no me considero una persona con suerte, sino muy trabajadora.
-¿No te aburres haciendo lo mismo durante cuatro años?
-No porque es una obra interactiva, en la que el público participa y eso me exige improvisar y mantenerme ágil mentalmente. Durante estos cuatro años, he innovado el texto y cada día introduzco cosas nuevas. La primera función duró dos horas y media y lo he reducido a 90 minutos para que el público no se canse y yo no muera en el intento.
-¿Qué te supone hacer cada día esta obra tu solo?
-Me entrego por completo en cada función y yo creo que adelgazo un kilo cada noche. Antes me iba corriendo a casa, pero ahora mis amigos me obligan a salir fuera y a relacionarme.
-¿Qué prefieres, la televisión o el teatro?
-Quiero dedicarme al mundo del espectáculo toda mi vida. Lo que más me gusta es el teatro porque es el único género en el que notas la respuesta del público de forma inmediata. En la sala se genera una magia que no existe en la televisión o el cine.
¿Por qué decidiste montar tu propia compañía?
-No me gusta tener jefes y que me digan lo que tengo que hacer. Tener mi propia compañía me permite hacer lo que quiero y también apoyar otros proyectos que me parecen interesantes.
-¿Continuarás con los monólogos?
-Cuando termine la obra "Espinete no existe" continuaré como guionista y productor pero después de la paliza, no creo que me vuelva a subir a un escenario.
-¿Tuviste una infancia feliz?
-Si, pero creo como Gabriel García Márquez que la infancia no es como fue, sino como la recuerdas
-¿Qué has hecho en verano?
He estado dos meses y medio en Centro Europa y Estados Unidos descansando y cargando las pilas viendo otros espectáculos. Es muy interesante ver lo que están haciendo los compañeros.
-¿Cuál ha sido el día más duro?
-Hubo una vez que nos quedamos sin luz, al principio de la obra y hicimos la función sin electricidad, a oscuras. Nadie se fue aunque yo me quedé sin voz y otro día a una persona del público le dio un amago de infarto.
¿Crees que los sueños se hacen realidad?
-Todo con lo que he soñado, se está cumpliendo. De pequeño soñaba con trabajar con Miliki y lo conseguí, he batido un record en la Gran Vía, con 5 años. He conocido a personas que han venido hasta 12 veces al espectáculo. Cuando los veo, los reconozco en las butacas.