Como buena samaritana, Tamara Falcó ayuda a una mujer en silla de ruedas

Como buena samaritana Tamara falcó ayuda a una mujer
Foto: EUROPA PRESS 

MADRID, 12 Jun. (CHANCE) -

   Tamara Falcó, una samaritana de compras por Madrid. La hija de Isabel Preysler sigue adelante con su vida volcada en sus creencias religiosas. No descuida su devoción y aprovecha su tiempo libre para dedicárselo a los demás.

   Como recordaremos la joven nos sorprendió a todos al confesar que se había reencontrado con la Fe.  Desde ese momento, la hemos visto acudir a la iglesia en innumerables ocasiones. Tal es su devoción que incluso hizo la Confirmación para cumplir con el compromiso que adquirió con Dios cuando la religión se cruzó en su camino.

   Hace tiempo que la hija de Isabel Preysler se refugió en la religión y suele ir a misa dos días a la semana. A la iglesia acude siempre en solitario, y además lee la Biblia y aprendió a rezar el rosario. En su tiempo libre aprovecha para ayudar a los demás.
Mientras otros jóvenes de su edad aprovechan el fin de la jornada laboral para reunirse con sus amigos y divertirse, Tamara también se lo pasa bien, pero colaborando como voluntaria y ayudando a los más necesitados.

   Tamara se volcó aún más en su fe después de que Miguel Boyer, marido de su madre, y al que ella llama cariñosamente "tío", sufriera una hemorragia cerebral. Desde entonces no ha parado en su entrega a la religión. Incluso ha ofrecido conferencias para hablar de su conversión.

   Ahora, ya convertida y segura de su Fe, saca tiempo de su jornada para atender a los más necesitados. Ejerció de voluntaria con dos personas de otro país. Acompañada por dos amigas, se reunió con estas personas y estuvo charlando con ellas. Una de ellas iba en silla de ruedas, y es que llevaba dos férulas, una en cada pie.

   Tamara no descuida su devoción y aprovecha su tiempo libre para dedicárselo a los demás. A continuación se dirigió de compras a 'Zara'. Para la ocasión Tamara lució vaqueros, jersey marrón y sandalias planas. Tras despedirse de sus amigas y de las dos personas con las que se había reunido, siguió sola con su jornada.