El drama personal de Víctor Sandoval

VICTOR SANDOVAL
VICTOR SANDOVAL/EUROPA PRESS
Actualizado: sábado, 25 junio 2016 12:12

    MADRID, 25 Jun. (CHANCE) -

Víctor Sandoval ha regresado de Honduras con la energía y la fuerza suficientes como para convertirse en una nueva persona. El colaborador de Sálvame quiere dejar atrás su época más oscura y recuperar las ganas que vivir que perdió en 2011. Este fue el peor año de su vida, donde más se deterioró física y emocionalmente, y al que nunca quiere volver.

"En 2011 estaba muy mal, hundido y quise terminar con todo[...] Vivía en Madrid cuando abrí la ventana para tirarme y vi que había un cochecito con un niño y su madre, cerré y me fui a la iglesia", desvelaba Víctor en Lecturas mientras explicaba lo que sucedió después cuando decidió marcharse a Sitges: "Tenía dinero, otra cosa es que lo empleara mal. En ese momento consumía de todo, 2011 fue el año más peligroso de mi vida, en cuanto a mi salud. Me puse al límite, invitada a sustancias a mi entorno, nunca lo oculté. Inconscientemente pedía ayuda a gritos y no ocultaba mis hábitos. Me ayudaron dos personas: Mila Ximénez, que me llamaba a todas horas, y Kiko Hernández, que se plantó en mi casa una noche. Nunca lo ha contado".

Su ruptura con el interiorista Nacho Polo provocó un huracán de emociones en Víctor. Tras 16 años de relación, el matrimonio se rompía y Sandoval hacía las maletas para regresar a España. Su desamor se convirtió en un tema más de la crónica social, el colaborador mostró sin tapujos su dolor en televisión, comenzando con ello una batalla televisiva que desembocó en un cara a cara de ambos en Sálvame Deluxe.

Para Víctor ese fue uno de los peores momentos de su vida, notó que tocó fondo y que tenía que olvidar de una vez a Nacho Polo. Aún así, en su paso por la casa de Gran Hermano VIP, el diseñador de interiores fue uno de sus temas de conversación favoritos llegando a asegurar tras su expulsión: "Es que moriré enamorado de Nacho Polo pero fui yo quien pidió el divorcio. Yo no he tenido ningún otro amor que lo haya sustituido, ni tan siquiera he querido a nadie como le he querido a él".

Ahora, un año después el propio Víctor asegura haber olvidado a su exmarido: "Sí, me he curado de Nacho Polo. No tengo rabia pero quiero lo que me debe. Para él nuestro matrimonio ha sido su negocio, pero la fábrica ya está cerrada, ya no produzco. La deuda que me dejó Nacho Polo es tan grande... Acabo de terminar de pagar los últimos 50.000 euros con el dinero de Supervivientes".

Un desamor con el que tendrá que verse las caras de nuevo en octubre. Víctor ha demandado a Nacho por "atentar contra mi honor, entre otras cosas dijo que dejé al gato tuerto". Un juicio que él espera paciente: "Quiero verlo, voy a disfrutar. Que lo vean mis padres con todo lo que han sufrido con esta lapidación popular que he tenido por su culpa. Después ya me puedo morir a gusto".