MADRID, 12 Sep. (EUROPA PRESS) -
El reparto de una herencia puede conllevar tensiones entre las partes implicadas, y cuando se trata de un patrimonio como el de la aristócrata, la polémica está servida. Jacobo Fitz-James Stuart ha sido el que ha saltado opinando que no le parece justo lo que le ha tocado, ya que no recibirá ninguna casa.
Hasta en el seno de las mejores familias se pueden producir peleas por culpa de la herencia. Una lujosa casa en Ibiza ha sido el detonante que ha enfrentado a la Duquesa contra su hijo Jacobo y su nuera Inka Martí.
Al parecer, el hijo de Doña Cayetana esperaba recibir en su lote alguna de las casas de su madre, en concreto la de Ibiza, Sa Aufabaguera, residencia que él mismo le pidió, pero que finalmente será para Eugenia.
A Jacobo le corresponderán "varias fincas rústicas", pero ninguna casa. Es el único de los hijos de la Duquesa que no ha recibido un domicilio.
La rencilla familiar estaba siendo llevada con discreción pero ha sido la propia Doña Cayetana la que llamó la pasada semana a un programa de Telecinco para señalar que Jacobo era el único que no estaba de acuerdo con el reparto de la herencia.
"Estoy muy feliz con Alfonso y con mis hijos... -El problema es- solo con Jacobo y con su mujer, que es mala y muy envidiosa", comentaba la propia aristócrata vía telefónica.
La Duquesa de Alba decidió repartir la mayor parte de sus bienes entre sus hijos para dejar vía libre a su próxima boda con Alfonso Díez, que será el 5 de octubre.
COMO ESTRELLAS DE ROCK
Junto a él vuelve a sonreír y a escasos días de su enlace, no se separan el uno del otro y, como dos tortolitos pasean su amor ante la revolución mediática que han levantado.
Como dos auténticas estrellas de Hollywood, la pareja asistió en Salamanca a un concurso de hípica en el que participaba Cayetano Martínez de Irujo y allí estuvieron animando al jinete. Cientos de personas no quisieron perder la oportunidad de acercarse a la pareja para felicitarles.
