MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
Para crear un ambiente más cómodo y distendido, la presentadora Amanda de Cadenet y la actriz se sentaron sin zapatos y con los pies en el sofá, como si se tratara de una conversación entre dos amigas que se sinceran y destapan sus sentimientos.
Gywneth Palltrow no había conocido nunca la depresión, y fue un momento crítico en su vida pero que la ayudó muchísimo. Antes pensaba que esas madres con depresión tras dar a luz eran horribles, pero cuando pasó por ello cambió de mentalidad y se dio cuenta que las madres con ese problema deben ser ayudadas y no juzgadas, como suele hacer la sociedad.
Llevando un elegante mono gris, la protagonista de 'Shakespeare in Love' contestó a las preguntas de Amanda de Cadenet, quien presenta uno de los programas de entrevistas más famosos de todo Estados Unidos titulado 'The Conversation'.
Gywneth habló con total naturalidad y sincerándose al máximo, como siempre lo ha hecho cuando habla de ese tema. La depresión post-parto es una enfermedad que afecta a muchas mujeres (y también a algunos hombres) y que se manifiesta tanto a nivel psicológico como físico.
"No podía conectar con nadie. Me sentía como una zombie. Me sentía muy distante", recuerda Palltrow, "Yo no sabía que es lo que iba mal. No podía entenderlo. No me había ocurrido antes". Con el tiempo, la actriz ha llegado a entender todo lo pasó y porqué, y admite que no podría haber salido de aquello sin su marido.
Gywneth cuenta que fue su marido, el cantante Chris Martin, quien primero nombró la palabra "depresión post-parto", a ella ni si quiera se le había pasado por la cabeza que algo así pudiese pasarle. Se negó a reconocerlo, y se sentía "mortificada" cuando su marido le insistía.
Sin embargo, un día - cuenta la actriz- empezó a investigar los síntomas y descubrió que era cierto, que sin lugar a dudas tenía ese problema y había que solucionarlo. En un principio reconoce que se sintió un fracaso, aunque le ayudó a comprender a otras mujeres que también lo habían sufrido.
La actriz dice que es fundamental ayudarse mutuamente entre las madres. Sin la ayuda de su marido - admite- no hubiese sido fácil recuperarse. Es necesario que las mujeres acudan a un médico. Afortunadamente, con su segundo hijo Moses, que nació en 2006, no le ocurrió lo mismo.