MADRID, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
El reciente viaje del príncipe Carlos y su esposa Camilla a Australia ha dejado bonitas y curiosas imágenes para la posteridad. La pareja real ha posado con animales autóctonos del país, como koalas y ovelas, ha recibido el cariño de la población y ha presidido actos y cenas oficiales.
Sin embargo una de las instántaneas más llamativas fue las protagonizada por el príncipde de Gales y la primera ministra australiana, Julia Guillard.
El primogénito de la Reina Isabel II se comportó como un verdadero gentleman con la mandataria. Por todos es conocida la educación exquisita y el sentido del humor del príncipe de Gales. Todo el que le conoce personalmente afirma que el príncipe de Gales posee un encanto personal cautivador y a juzgar por las sonrisas de Guillard parece que es cierto.
Durante su visita a Canberra, Carlos de Inglaterra desplegó toda su cautivadora personalidad, una verdadera muestra de elegancia y simpatía que provocaron las risas de Julia Guillard que parecía encantada con la conversación del príncipe de Carlos ante la indiferencia de Camilla.
Poco importaron las ideologías políticas, Guillard repúblicana, y Carlos, monárquico, sin duda la educación y la simpatía conquistaron a la mandataria.