MADRID 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
La propuesta de Teresa Helbig para el próximo otoño-invierno viene marcada por una feminidad que no descarta los toques masculinos con los zapatos brogues y el tejido gales. El charol, omnipresente en sus diseños, le aporta el toque sofisticado.
Los trajes Príncipe de Gales y los brogues de tacón en blanco y negro han abierto el desfile, proponiendo una mujer que destaca sus curvas sin renunciar a la sofisticación masculina.
La diseñadora ha continuado con los tonos púrpuras y madreselva en forma de blusas de transparente gasa, combinadas con shorts y faldas de charol, y como capa exterior cálidos chalecos, sudaderas y chaquetas de lana y cashmere.
Los colores llamativos, resaltados aún más por el brillo del charol y perfectos para las actividades diurnas, han dado paso a la línea protagonista de la colección: la sobria mezcla de blanco y negro dirigida a la noche.
Esta línea ha estado marcada por vaporosos vestidos con transparencias, que sólo eran opacadas por el charol en detalles de franjas horizontales, mangas o fajines.
Además, una serie de vestidos largos con mucho vuelo han emulado a las túnicas griegas, y se han presentado sujetos por el cuello y dejando los hombros al aire.
Los zapatos han consistido igualmente en brogues de charol cerrados y sandalias del mismo material sujetas al pie por anchas tiras.
Teresa Helbig ha querido homenajear con esta colección a los talleres artesanales donde se fabrican los zapatos brogues, cuya tradición ha desafiado con el charol y el tejido gales para proponer una mujer ecléctica.