"La Duquesa de Alba, otra novia feliz"

Boda Duquesa De Alba Y Alfonso Díez
EUROPA PRESS
Europa Press Chance
Actualizado: sábado, 8 octubre 2011 12:19

MADRID 8 Oct. (EUROPA PRESS - Alba Porras) -

'Y fueron felices y comieron perdices'. La historia de amor de la Duquesa por fin ha tenido su final feliz junto al funcionario en una ceremonia que conjugó a la perfección sobriedad, emoción y mucha alegría. ¿Se adaptó a las pautas dictadas por el protocolo esta ceremonia? Maria José Navarro revisa los aciertos y los errores del gran día de la aristócrata.

Una ceremonia religiosa de día exigía un dress code que la mayoría de los invitados cumplieron a la perfección. La experta en bodas y directora de 'bodabook.com', Maria José Navarro, destaca los puntos fuertes del vestido de la novia.

"Es un traje correctísimo que respeta todo lo que se exige de una ceremonia de estas características", señala la experta. Y es que la Duquesa siguió a rajatabla los dictámenes del protocolo con un modelo "de manga larga, escote de barco, largo midi... No ha sorprendido", comenta Maria José.

Mención especial merece el novio, Alfonso Díez, quien tampoco pasó desapercibido con un traje "perfecto" y sin salirse del guión establecido de la mano de "una corbata oscura y un chaqué muy sobrio".

A pesar de que la madrina de la boda llevó un vestido precioso firmado por Victorio y Lucchino, Carmen Tello cometió un fallo a ojos de la experta: la mantilla.

"La mantilla de color blanco no fue una buena elección. Es un complemento muy tradicional que se suele llevar a los toros o que lucen las solteras pero el blanco es un color que debe estar reservado a la novia", detalla Maria José. No obstante elogia la elegancia de su vestido rojo que complementó a la perfección con unos guantes.

Hubo muy pocos invitados que supieron elegir el conjunto perfecto. La experta se detiene a la hora de hablar de Eva González. "Iba impecable. El vestido -del diseñador sevillano Antonio García- era muy adecuado, correcto y elegante". La ex Miss España dio en el clavo con su elección, igual que su novio, Cayetano, que aunque iba muy guapo se echó en falta una prenda que no suele faltar en el traje de un testigo: El chaqué.

El patinazo por parte de los invitados lo protagonizó María Eugenia Fernández de Castro que no siguió las pautas que dicta el protocolo. "Me espantan las medias negras, no son en absolutos apropiadas. Tampoco los brillos en el traje", apunta Maria José. Un estilismo poco afortunado al que el negro le hizo un flaco favor.

Contenido patrocinado