Gafas de sol: cuida tus ojos sin renunciar a ser una "fashion victim"

Gafas de sol de la firma Versus.
EP
Actualizado: jueves, 20 agosto 2009 13:31

Por Gloria Vázquez

Las gafas de sol siempre tienen que tener su sitio en el bolso, especialmente en verano, para prevenir el posible daño de los rayos ultravioletas del sol. No son sólo estética sino más bien una cuestión de primera necesidad, por lo que la elección de las lentes no debería basarse exclusivamente en tendencias y modas sino más bien en el uso que se les dará. Eso sí, hay monturas para todos los gustos, por lo que podrás elegir la que más te favorezca sin que dañe tus ojos.

Aunque lo más recomendable cuando se trata de comprar gafas de sol es acudir a un especialista de la visión, también puedes optar por adquirirlas directamente pero siempre comprobando que están homologadas y que cumplen las normas de calidad óptica necesarias para la correcta protección ocular.

Para eso tienen que estar marcadas con el sello de la Comunidad Europea e incorporar en la etiqueta la categoría de su filtro, la identificación del fabricante, el número y año de la norma que cumplen y las instrucciones de almacenamiento y limpieza. Comprueba además las advertencias de seguridad que incorporan porque, por ejemplo, pueden estar fabricadas con un tipo de filtro que no sea apto para la conducción.

Nunca de plástico

Lo que los especialistas recomiendan es que entre la montura y el cristal se proteja la totalidad de los ojos, tanto de los rayos solares frontales como laterales, es decir, evita las gafas muy pequeñas o las que se distancien en exceso del ojo. El material es esencial para una correcta visión: las lentes deben ser de cristal u orgánicas pero nunca de plástico. Este consejo es especialmente importante cuando se trata de comprar gafas de sol a los niños porque su cristalino es casi transparente hasta los diez o doce años, lo que provoca que sus ojos sean más sensibles al absorber toda la radiación solar.

Además hay que tener en cuenta otros factores a la hora de decantarse por un modelo de gafas. Entre ellos está el uso para el que va a ser empleada porque no es lo mismo una lente para la conducción como la que se utilizará en la práctica de un deporte.

Y es que con la salud no se juega. No olvides que una exposición al sol sin una correcta protección puede originar importantes lesiones en la córnea y en la retina produciendo conjuntivitis, la afección más habitual, úlceras crónicas y la aparición prematura de cataratas. Algunos dolores intensos de cabeza y determinadas clases de fotofobias, es decir, una intolerancia a la luz, pueden tener su origen en las gafas de sol que no disponen de los filtros necesarios para evitar el paso de la radiación ultravioleta. No olvides que los daños que producen unas gafas inadecuadas no aparecen de manera inmediata sino que se manifiestan años después, cuando poco se puede hacer para atajarlos.

Según el cristal con el que se mire

¿Crees que verás la vida de color rosa si compras unas gafas de sol con cristales de este color? Lo cierto es que no aunque hay que decir que la moda marca tendencias y por eso no es de extrañar que cuando llegan las buenas temperaturas las calles se llenan de gente con gafas de cristales de todos los tonos imaginables para dar la nota de color que caracteriza al verano.

No te debes dejar engañar por el color de las lentes. Algunas blancas filtran el cien por cien de las radiaciones ultravioletas mientras que otras más oscuras no permiten que la luz pase correctamente, lo que favorece una mayor dilatación pupilar y, como consecuencia, un incremento de la radiación UVA que recibe el ojo.

Más allá de modas, el color de las lentes se debe elegir en función de las actividades para las que serán empleadas:

Marrones. Filtra las radiaciones azules aumentando el contraste y la profundidad del campo de visión. Son ideales para los deportes al aire libre al relajar el ojo.

Amarillas. No se recomiendan para conducir en días soleados ya que puede provocar errores en la percepción de las luces rojas y verdes de los semáforos. Por el contrario, mejora el contraste en días nubosos y con niebla.

Grises. Son las idóneas para la conducción al respetar los colores naturales.

Verdes. Reduce la luz visible sin interferir con la claridad de visión permitiendo una percepción de los colores con muy pocas alteraciones. Se recomiendan para la práctica de deportes náuticos.

Naranjas. Jamás se deben emplear para ponerse detrás del volante en un día claro. No son aptas para uso solar al aumentar el contraste, más aún que las lentes de color amarillo, mientras que son las más adecuadas cuando el cielo está encapotado o con niebla ya que proporciona el mayor contraste al darse situaciones de baja luminosidad.

Azules. Son las más indicadas en situaciones de luminosidad solar media. Proporcionan descanso a los ojos.