MADRID, 16 Sep. (CHANCE) -
Dos estilos diferentes, Maya Hansen y María Barros han sido dos de las que más han querido arriesgar en esta tercera jornada de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid.
MAYA HANSEN NOS PRESENTA A LA MUJER DEL FUTURO
Las luces se apagan, se enciende el proyector, que solo refleja un azul celeste y con ello comienza a sonar Vangelis. Señoras y señores estamos en el futuro.
Sin dejar de lado la marca de la casa de Maya Hansen los corsés, la diseñadora ha arriesgado a presentarnos una colección primavera/verano diferente, llena de colores inspirados en los planetas e incluso el núcleo de una roca volcánica. Figuras y volantes que simulan los cristales de los minerales llaman mucho la atención.
Estampados conseguidos como si la tinta corriese a placer por el vestuario. Colores metálicos tanto en leggins como en los fantásticos corsés, han construido la columna vertebral de la colección de Maya Hansen apostando por lo diferente.
Incluso la diseñadora se ha arriesgado a presentarnos unos trajes de baño que para nada pueden espantar. Cogiendo esos mismos estampados, nos presenta unos bikinis de lo más ordinarios, donde lo especial lo encontramos en la mezcla de colores. Incluso la diseñadora se ha arriesgado a volver a traer unas hombreras, dignas de cualquier película de ciencia ficción.
La colección "Pangea" de Maya Hansen, ha dejado con la boca abierta a todos, incluido nosotros y desde CHANCE lo alabamos.
EL VINO Y SU PROCESO, LA PERFECTA INSPIRACIÓN PARA MARÍA BARROS
Después de la colección estrambótica, futurista e incluso alienígena de Maya Hansen, María Barros tampoco nos ha dejado indiferentes, eso sí en menor medida.
El uso del plástico en algunas prendas como chalecos con volantes y las tonalidades de los diferentes procesos del vino ha sido lo más destacable de la diseñadora María Barros. Colores que pasan desde el burdeos, por el verde hasta el oro.
Vestidos tanto largos como cortos han desfilado por la pasarela, donde las transparencias y los vuelos han jugado un papel fundamental. Lo holgado y lo entallado se entremezclan en la colección.
La inspiración del vino incluso se ha plasmado en el cabello de las modelos, consiguiendo un efecto entre mojado y seco simulando los tallos de la parra. A destacar también un complemento muy curioso como ha sido un cinturón de hojas de parra en dorado que combinaba con un vestido largo verde oscuro.