Por Gloria Vázquez Sacristán
Minutos antes de que las luces y la música coparan la pasarela tuvimos la oportunidad de hablar con el diseñador Miguel Palacio. Quien tuvo el detalle de ir explicándonos una a una cada pieza de su colección. Dejándonos maravillados ante el dominio de la silueta de la mujer y la belleza de los tejidos entre sus agujas.
Amante de la moda, de los sueños nos brinda la oportunidad de dejar de admirarlo en secreto y poder entrar en su universo. Ese pequeño palacete de la moda donde se erigen años de estudio y de evolución del diseñador. Su primer atienda abrirá en breve y mientras esperamos ansiosas deslizar sus suaves tejidos sobre nuestros cuerpos tendremos que conformarnos con ver como las siluetas se dibujan al viento y se ensalzan con los desfiles de la Pasarela Cibeles.
-Se ha dicho que a Vd. Le gustaría ser una referencia dentro del mundo de la moda. ¿Considera que ya lo es?
-Depende de para quién. Supongo que para cierta parte puedo serlo y para otra no.
-¿Y es una responsabilidad superarse cada temporada, conseguir emocionar al público?
-Yo no hago mi trabajo para impresionar a la gente, lo hago porque es una exigencia mía, trato de emocionarme yo. Lo que de verdad espero es que con la misma emoción con la que yo he sentido mi trabajo pueda trasmitirla al resto.
-Si analizamos sus colecciones vemos que es una constante evolución. Con respecto a la anterior hay menos contraste de tejidos y en esta nos encontramos más trabajo dentro de un mismo material. Siluetas más marcadas, la estrella como componente estilizante, hombreras actualizadas.
-Esta evolución es la que me llevando mi trabajo diario. Cuando tengo una silueta que he acabado, y que francamente me ha gustado mucho, continúo con ella perfeccionándola o retrabajándola cada vez más. Creo que es una evolución bastante natural. De hecho cuando veo mis colecciones pasadas veo cómo le voy dando los volúmenes y van cambiando, de patrones más ajustados a figuras más sueltas.
-Había unos básicos de Miguel Palacio, como aquellos lazos espectaculares, ¿dónde han quedado?
-Me encantaría y me parece que es lo razonable que si encuentras algo que te gusta lo mantengas, pero tampoco quiero caer en el aburrimiento. Todo lo contrario quiero evolucionar y crear nuevas cosas que estimulen a los demás. Los lazos, hay algunos vestidos que todavía los llevan, pero esto es un caminar constante.
-¿La moda es más industria o más arte?
-Tiene las dos partes y las dos son imprescindibles. Sin una no podría subsistir la otra. Sin la parte emocional no surgiría nada pero sin la industria que es quien la comercializa y la hace posible tampoco. Tienen que funcionar las dos cosas, que armonicen correctamente y que cada uno haga su parte bien. Sin uno y sin otro no habría nada.
-¿La inspiración viene o debemos viajar?
-Viajar ayuda, en la misma medida que ver una película o escuchar una canción. Vivir es una gran forma de inspiración. En cualquier parte de mundo con más o con menos facilidades se pueden hacer cosas.
-¿Qué ha sido de ese Miguel Palacio que veíamos allá por el 2000?
-Pues ahí está todavía. Espero que cada vez vaya a más. De momento mi estrategia es empezar a abrir mis primeras tiendas. Para mí es un paso muy importante, crear un universo más completo, con más accesorios y eso es el comienzo. Y espero que la tercera si no es Londres, sea París o Nueva York. Hoy en día la moda es un mercado internacional y si haces cosas que interesen aquí también lo harán en Tokio, por ejemplo.
-¿Es verdad que a moda es cíclica?¿estamos volviendo atrás?
-No.
-¿Hubiera habido una época en especial en la que le hubiera gustado diseñar?
-No sé. Creo que no hay mejor momento que el que tenemos, porque el resto es lo que nosotros creemos que eran.
-No lo hemos vivido.
-Exacto. Pero estoy seguro de que si me diesen la oportunidad no tendría ninguna otra elección que no fuese el momento en el que estamos viviendo. El fututo ahí está y lo que tenemos que hacer es construir hacia arriba.
-¿Vamos a seguir diseñando para mujeres sofisticadas, elegantes y jóvenes?
-Yo no diseño para nadie en particular.
-Pues eso es lo que se comenta en todos los foros, que tiene un estilo demasiado marcado.
-Igual eso es la imagen que se puede dar en prensa, ya que todo se magnifica. Se monopolizan las cosas de una manera particular. Para mí tiene el mismo valor que mi pantalón lo lleven dos personas completamente diferentes, es una cuestión de emoción.
-¿Dónde dejamos a las novias?
-Es algo que me gusta. Es un momento especial en el que te puedes permitir todo tipo de licencias. No hay otra ocasión igual. Creo que es un momento para disfrutarlo, me absorbe muchísimo y hay momentos en los que acabo y digo que no puedo más.
-El proceso de elaboración es muy largo.
-Sí, sobre todo para dentro. El trabajo interior es muy intenso.
-¿Requiere dotes de psicología saber lo que una novia quiere?
-Las novias esperan, al menos las mías, que yo les proponga. Saben lo que no quieren, no tienen una idea concreta. Quieren encontrarse súper guapas, atractivas y espectaculares. Cada una se va a encontrar de una manera.
-¿Algún sueño que falte?
-Un montón. Me considero, y no lo digo por ser humilde, estoy al principio de mi carrera. Espero que dentro de unos años podamos hacer una presentación fuera de nuestras fronteras.