MADRID 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
Nicolas Vaudelet se inspira en los marinos, pescadores y aventureros de ultramar, y en la sofisticación étnica del Nuevo Mundo -incas, aztecas, el Dorado- para crear su colección primavera-verano 2010 para el Caballo.
Ropas lavadas, arrugadas, remangadas inspiradas en el mundo marítimo en prendas como monos, uniformes con cortes ergonómicos, pantalones de trabajo y vestidos.
Nicolas Vaudelet dibuja figuras alargadas, pantalones pijama y túnicas en diferentes tejidos, entre los que predomina el cuero, para redefinir las curvas del cuerpo de la mujer Vaudelet.
Aparte del cuero, el diseñador se vale de otros materiales técnicos como los neoprenos, los reflectantes, la seda, algodones, plásticos, linos y hebras de soga entretejidos con hilos dorados simulando redes de pescadores.
Sin embargo, el tejido estrella de la colección es sin duda alguna el cuero en shorts, pantalones largos, vestidos, chaquetas y hasta en camisas. Toma otros colores aparte del tradicional color marrón como el azul, el rojo o el beige.
Vaudelet enfunda a la mujer en trajes de este material como una auténtica segunda piel, combinándolos con unas sandalias de plataforma y tacones de vértigo con detalles en neón amarillo y naranja.
El neón también invade costuras de camisetas y vestidos, así como las pailletes.
Cierra el desfile con un traje con un auténtico guiño policiaco con chaqueta entallada en amarillo neón (también disponible en naranja), pantalón pitillo y una larga cola en seda.
En primera fila, unas invitadas de lujo que prestaron gran atención a las propuestas de Vaudelet. La que más, Bimba Bosé. Aparte de la musa de Davidelfín, pudimos ver a Arancha del Sol y Arancha de Benito, Paula Echevarría o Paloma Lago.
JUANA MARTÍN APUESTA POR UNA MUJER MUY GITANA
'El tiempo de los gitanos' del cineasta Kusturica, contextualiza la historia en el ambiente de una comunidad cíngara en Yugoslavia. Un reflejo de las costumbres, del modo de vida, donde el magnetismo de los personajes y las situaciones se unen bajo una extraña mezcla de drama, amor y dolor.
Juana Martín, tras estudiar a este famosos director de cine y quedar fascinada por la aproximación al universo étnico de Kusturica, crea su nueva colección inspirada en los grupos arraigados en el sureste de Europa. El ambiente inconfundible que define esta obra inspira una moda con personalidad, carácter, con cierto aire mágico, meldía, historia, sentimiento y mucha pasión.
Para la temporada primavera-verano 2010, la diseñadora propone mujeres con carácter y mucha fuerza: creaciones que realcen sus rasgos y las eternas cuervas femeninas.
Claro predominio del color amarillo y de los volantes en largos vestidos veraniegos decorados con estampados florales, haciendo un particular tributo a la moda 'hippy'.
Mucho vuelo, algodones, sedas de contundentes colores de la tierra como una moda que es poesía en pleno movimiento.
Amplios volúmenes en vestidos cortos de fiesta en los claros colores de la temporada primavera verano 2010: rosa palo y malva.
También presenta un toque 'retro' retomando las hombreras, así como una línea de ropa en negro, donde predominan los rasos y las lentejuelas que se adhieren al cuerpo de la mujer como una segunda piel.