Osadía, elegancia, tradición y modernidad: el mundo de Antonio Alvarado

Modelo de Antonio Alvarado en Cibeles
EP
Actualizado: domingo, 20 septiembre 2009 21:46

MADRID, 20 Sep. (EUROPA PRESS) -

Antonio Alvarado ha celebrado sus treinta años en el mundo de la moda sobre la pasarela de la Cibeles Madrid Fashion Week. Una vez más, el alicantino hizo gala de su habilidad para mezclar tradición y modernidad en una colección que evoca todos los momentos y sentimientos de la vida.

Como si de un partido de fútbol se tratase, el desfile comenzó con sonido ambiente de público aplaudiendo en las gradas y con 29 modelos de espaldas sentados en cuatro banquillos con su número en una sudadera. Los maniquís fueron despojándose de la sudadera a un ritmo vertiginoso mientras una pantalla de plasma iba marcando el dorsal que les correspondía.

El particular homenaje de Alvarado al deporte rey descubrió su apuesta por el plateado y el gris, presente en las sudaderas, en los zapatos y en muchos de los diseños de la colección, en ocasiones combinado con colores fuertes como el naranja, el verde o el rosa.

Éstos dos últimos se presentan como colores estrella, presentados en diferentes tonos; fucsia, rosa palo, verde hierba o verde manzana. El azul petróleo se añade a la paleta de colores, en la que aparecen tímidamente el blanco y el negro.

Los tejidos brillantes conviven en esta colección junto a las gasas y las transparencias. Las telas satinadas se utilizan para confeccionar chalecos, pantalones y chaquetas tanto para la mujer como para el hombre, el cual apuesta por un look osado.

Los trajes de chaqueta de aspecto brillante con colores chillones son los reyes de la línea masculina, cuyos pantalones se presentan también en corte pirata por debajo de la rodilla o por la mitad del muslo.

Las apuestas para la mujer son igual de desenfadadas y variadas, desde la minifaldas a los pantalones pitillo, jugando también con el dinamismo de los colores y las telas. Incluso los tejidos elásticos tienen un hueco en esta colección, ciñendo a la mujer en tonos rosas con discretos estampados de hojas.

En cuanto a las telas ligeras, Antonio Alvarado las utiliza magistralmente para crear vestidos muy sensuales, tanto en su versión más mini como en los largos vertiginosos hasta los tobillos. La mujer del alicantino quiere y sabe sorprender, por lo que insinúa volúmenes globos en las prendas cortas, adorna con cascadas de volantes sus faldas o utiliza mangas de farolillo.

Como joya de la colección, Alvarado presentó un vestido confeccionado en gasa de color verde manzana y que envolvía infinitamente a la mujer con una cola de volantes. Como complemento, un mantón en el mismo color rematado con un bordado en negro de la gaviota, la marca que le caracteriza.

Como complementos, el modisto apuesta siempre por zapatos de plataforma o de gran tacón, ya sea en estilo peep-toe o abiertos por detrás. Los cordones, evocando de nuevo el mundo del deporte, llevan a los pies el toque divertido con el que juega en esta colección. Para el hombre, el mocasín es el calzado que no puede faltar en el armario, rematados también con cordones de colores.

Para cerrar el desfile, Alvarado apareció sobre la pasarela madrileña con una sudadera con el dorsal treinta, feliz por sus tres décadas en la profesión. Entre el público se encontraba el político socialista Pedro Zerolo, que no dudó en reconocer el éxito de la colección con un efusivo aplauso.