MADRID, 28 Jun. (CHANCE) -
Bruce Springsteen volvió a arrasar en el único concierto que ha ofrecido en el Estadio de El Molinón en Gijón ante más de treinta mil seguidores llegados desde todas partes de España. Al día siguiente el 'Boss' abandonaba el hotel en el que se encontraba alojado acompañado por su inseparable madre, Adele, que tuvo que esperar pacientemente a que atendiera a sus decenas de fans deseosos por obtener una instantánea o un autógrafo de su ídolo musical.
La del pasado miércoles fue la tercera cita del 'Jefe' en Asturias durante su carrera. Y es que Bruce eligió la ciudad asturiana para su único concierto en España a pesar de que el aforo iba a ser mucho menor, aproximadamente la mitad del habitual. Algo más de 30.000 entradas que se vendieron, eso sí, en tan solo cuatro horas.
Tras arrasar ante su público español, Bruce Springsteen abandonaba al día siguiente el hotel en el que encontraba alojado acompañado por su madre, Adele. Y es que a sus noventa años, la madre de Springsteen es la "estrella" invitada en muchos de los conciertos de su hijo. Bruce tiene mucho que agradecerle a su progenitora, ya que como él mismo ha manifestado en multitud de ocasiones, fue su propia madre la que, con pocos recursos, le compró su primera guitarra.
Adele se reunió con su hija Pamela y su nieta, quienes también han acompañado al Boss en su breve visita a nuestro país. Las tres esperaron pacientemente a que el célebre artista se diera un merecido baño de masas.
Poco después de las dos de la tarde el 'Jefe' aparecía por la puerta principal, desatando la locura. Los guardaespaldas le esperaban en la puerta desde media mañana, pero también una treintena de fans, ávidos por tener cerca a su ídolo. Tres de ellos hicieron noche en sus coches, delante del hotel, a sabiendas de que hasta la mañana sería imposible verle, pero su constancia mereció la pena.
Uno de ellos, el fotógrafo santanderino Ramón Alonso pudo incluso acceder al hotel para regalarle al 'Boss' su libro, una publicación que recoge fotografías de los 27 conciertos a los que ha asistido, entradas o sus repertorios.
Durante largos minutos firmó autógrafos y se dejó fotografiar por sus incondicionales. Incluso uno de ellos le hizo entrega de un reloj cronógrafo que guardó con cariño.