MADRID, 1 May. (CHANCE) -
¿Para qué y para quién vivimos? Con esta pregunta se articula el nuevo libro del prestigioso psicólogo Javier Urra, Celebra y comparte la vida, donde es la vida misma el tema de conversación que Urra mantiene con la periodista Merche Carneiro.
Una publicación que ofrece a todos su lectores los consejos para saber compartir el viaje de la vida mediante experiencias para encontrarnos a nosotros mismos y dotar a nuestros días de sentido. ¿Quién no ha tenido esas conversaciones consigo mismo reflexionando sobre lo que nos depara alrededor? ¿Cuál es nuestro objetivo? Cuestiones que te pillan siempre desprevenido y a las que a veces no sabemos dar una respuesta clara.
El norte de nuestra vida, el humor, la palabra, el futuro, la convivencia, el ahora, los celos, la disciplina, la locura, el crecimiento como persona o la dualidad soberbia y humildad, son algunas de las cuestiones que abarca cómo celebrar la vida, dejando una cosa clara, si queremos celebrar tenemos que compartirla.
¿EL SIEMPRE EL HUMOR UN BUEN ALIADO PARA SOBRELLEVARLO TODO?
Pues parece ser que sí según Javier Urra pero siempre en su justo momento. “El humor, la sonrisa y el guiño son muy buenos compañeros, permiten relativizar y recibir respuestas muy positivas”, afirma el propio autor. Aunque antiguamente la risa siempre se relacionaba con la infancia, el humor durante todas las fases de la vida abre nuestra mente, nos hace más sociables y más ingeniosos.
Pero como decimos, el humor no siempre nos puede acompañar en todos los momentos de nuestro camino por el planeta tierra. Hay situaciones en las que solo el silencio, el recogimiento, el acompañamiento y el llanto tienen cabida, y el humor en esos casos es sinónimo de falta de respeto. Es decir, en aquellos momentos donde la muerte puede estar presente, no siempre la risa ayuda o en esos momentos donde la sobriedad reina, el cachondeo puede ser de lo más maleducado.
Sin embargo, al mal tiempo buena cara, como bien reza el dicho por lo que a veces reírnos nos puede venir de perlas. “Es mejor sonreír que discutir, ayudar que odiar” expresa Urra donde además el pasado no siempre fue mejor y tenemos que concentrarnos en el día a día. Llevar la máxima del Carpe Diem a nuestra cotidianidad.
UN POCO DE LOCURA VIENE BIEN
“La vida es un proyecto como una ilusión efímera, y sin sueños, posiblemente perderíamos la razón” afirma el psicólogo. El tener ese punto de ser irracional pueden llevarnos a endulzar nuestro día a día y a sentirnos llenos de vitalidad. Por eso hay que rondar por ese sendero de vez en cuando.
Nuestros sentimientos no siempre entran dentro de lo racional, lo previsible o lo habitual, pero no por ello se genera un ápice de locura, se expresa en Celebrar la vida.
“LA DIGNIDAD HUMANA ES INHERENTE A LA PERSONA, IRRENUNCIABLE E INATACABLE”
Por último, para vivir nuestra vida de manera plena, es muy importante querernos y respetarnos a nosotros mismos. Hay casos donde alguien que no se valora lo suficiente puede hacer que nos llevemos una grata sorpresa y justo el lado contrario, encontrar a personas soberbias y que miran por encima del hombro que apenas podremos descubrir como realmente son.
Lo que provocaría sin duda un absoluto rechazo. Tampoco es saludable no respetar la dignidad de cada persona. Todos somos iguales y como bien reflexiona Urra: “La dignidad del ser humano no tiene nada que ver ni con la posición en la pirámide jerárquica, ni laboral, ni con la salud mental. La dignidad humana es inherente a la persona, irrenunciable e inatacable”.
Unos tips que nos ayudarán a afrontar las limitaciones que la mente impone a nuestro potencial humano y que descubriremos más en la fascinante conversación de Urra con Merche Carneiro. Y tú, ¿cómo piensas que debemos ‘celebrar la vida’?
