MADRID, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
La ruleta francesa, la atracción principal de los grandes casinos del mundo, está de plena actualidad. La geografía clásica del juego en Europa, Montecarlo, Estoril, Biarritz, Baden-Baden, se prepara para la entrada en escena del juego al estilo Las Vegas o Macao.
El cronógrafo más personal de Alexander Shorokhoff, una pieza desarrollada con suma minuciosidad a lo largo de los cuatro últimos años, llega al mercado en ese escenario.
El interés por la ruleta francesa se ha multiplicado recientemente gracias al estreno de un largometraje, 'El clan de los Pelayo', que cuenta la peculiar de la familia española García Pelayo, mundialmente famosa por su habilidad en las salas de juego.
Este grupo de jugadores profesionales, siempre centrados en la ruleta, presume de haber saltado la banca en los casinos de los cinco continentes gracias a sus peculiares fórmulas matemáticas, todo un prodigio de cálculo.
El cronógrafo Fedor Dostoevsky es el homenaje transgresor de Alexander Shorokhoff a ese mundo de los juegos de azar, marcado por la suerte. La pieza más reciente de la Colección Heritage, que reúne los relojes supremos de la Marca alemana, se singulariza tanto por la decoración de la esfera y de la parte posterior de la caja, como por su inusual formato cuadrado, con 43 milímetros de lado.
LA ARTESANÍA RELOJERA HECHA ARTE
Los maestros relojeros de Alexander Shorokhoff, reunidos en el centro de producción de Alzenau, muy cerca de Frankfort, despliegan todos sus conocimientos durante los casi 3 meses de trabajo necesarios para ultimar un cronógrafo Fedor Dostoevsky.
La creación del movimiento mecánico con remonte manual exige procesar más de 170 componentes, que se afinan, se bañan en oro o rodio, se decoran con grabados específicos y se fijan con tornillería tintada en azul, antes de su montaje definitivo.
Es la parte inicial de un proceso que finaliza cuando la pieza completa, ya lista para colocarse en la muñeca, se coloca en el banco de pruebas para superar un ensayo de funcionamiento de 500 horas, uno de los más exigentes en el universo de la Alta Relojería.
El único responsable de la realización de la pieza Alexander Shorokhoff firma los documentos de autenticidad y garantía de puño y letra una vez finalizada la "tortura mecánica", anotando los valores distintivos de cada cronógrafo, aquellos que lo hacen único en el mundo.
La gama de cronógrafos Heritage Fedor Dostoevsky que llega ahora a las joyerías españolas incluye tres tonalidades diferentes de esfera: plata, negra y crema, que resaltan el efecto óptico de la función día y noche, situada a las 6. Todas las piezas se comercializan con correa de cocodrilo y cierre de hebilla.
