DOS AÑOS, SEIS MESES Y UN DÍA PARA JOSE ORTEGA CANO

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Ortega Cano - EUROPA PRESS
Europa Press Chance
Actualizado: miércoles, 24 abril 2013 14:32

MADRID 24 Abr. (CHANCE) -

Dos años, seis meses y un día, la mínima para el día. Su ingreso en prisión si se hace firme. Y los abogados han conseguido que se ha anulado la prueba de alcoholemia del proceso.

El pasado 28 de mayo de 2011, la familia de Carlos Parra y José Ortega Cano vivían el peor de su momento de su vida. El torero se estrellaba contra un coche. El fatídico accidente se cobraba la vida de Carlos Parra y Ortega Cano acababa en el hospital Virgen de la Macarena grave. Después de debatirse entre la vida y la muerte, cuando el diestro despertó y se enteró de lo sucedido quiso morirse.

Tras el duro golpe, Ortega tenía que salir del hospital en silla de ruedas ante la atenta mirada de muchos que allí se apostaron. José se derrumbaba ante las cámaras tras saber que había matado a una persona. Entre lágrimas y sacado en brazos, pedía perdón a la familia del fallecido y se hundía en lo más absoluto. Ese perdón y la carta que remitió posteriormente a dicha familia, carta que aseguran nunca llegó, no valió en absoluto para los Parra porque deseaban que en el juicio hubiera tenido un acto de humildad y lo hubiera hecho de nuevo. Parece ser que no entraba en los planes de la estrategia de los abogados del extorero. Una Manoli destrozada lloraba en la misma sala sin escuchar aquellas ansiadas palabras. La situación más incómoda para los dos.

Aquel día se conocía que el viudo de Rocío Jurado se enfrentaba a una pena de cuatro años de cárcel por homicidio imprudente por la muerte de Carlos Parra debido a que la tasa de alcoholemia de 1,26 gramos de alcohol en sangre y según detallaba el informe de la Guardia Civil circulaba a 125 kilómetros por hora.

Sus abogados alegaron que sufrió un vahído y un desvanecimiento y que no había bebido, aunque a lo largo del juicio se han escuchado distintos testimonios asegurando lo contrario.

Otro de sus alegatos era anular la prueba de la tasa de alcoholemia, al considerar que se rompió la cadena de custodia en el hospital Virgen Macarena de Sevilla, donde ingresaba el diestro.

Por su parte, la familia de Carlos Parra, ha vivido de igual manera otro calvario, bien distinto, perdían a Carlos y a pesar de que la opinión pública se posicionó a su lado ellos no las tenían todas con ellos asegurando que no es normal "que el débil siempre pierda".

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