Los españoles disfrutan más de la comida que del sexo

Europa Press Chance
Actualizado: miércoles, 8 julio 2009 18:13

MADRID 8 Jul. (EUROPA PRESS) -

La comida es el placer número uno entre los españoles, por encima del sexo, los viajes o la familia, según desvela el estudio Magnum que analiza la evolución del Placer durante los últimos años.

Todos los países en los que se ha realizado el estudio, desarrollado por el profesor de sociología de la Universidad de Barcelona Javier Barraycoa, coinciden en situar a la comida en una de las posiciones mas altas del ránking. A parte de este placer, el placer auditivo es el que hace disfrutar más intensamente, así por ejemplo los amantes de la musica disfrutan "más que nadie".

Otra de las principales conclusiones del Informe es que España se encuentra en la cola del ránking de países que más disfrutan, situándose en el puesto numero 22 de 25. Aquí los que más placer experimentan son los de Asturias y Extremadura mientras que los habitantes de las Islas Baleares son los que disfrutan menos intensamente.

Por sexos, en España las mujeres superan a los hombres en su capacidad de disfrutar con un CP de 117 frente al 114 masculino. No obstante, a nivel mundial el resultado es el contrario, pues los hombres (CP 120) disfrutan más que las mujeres (CP 116). En general, ellas prefieren las experiencias ligadas a la relajación, mientras que los hombres maximizan su placer cuando se sienten autorrealizados.

"La forma de disfrutar evoluciona. Si antes el placer estaba vinculado a la satisfacción de cubrir necesidades básicas, hoy en día queremos experimentar pequeños placeres, de forma inmediata, sin necesidad de justificarnos", destaca el estudio.

En este sentido, el Informe revela que en las últimas décadas se ha producido un cambio con la aparición de la figura del "prosumidor", consumidor racional e informado, que prefiere disfrutar del ocio en casa. Además, emergen fenómenos como el de las 'Home Divas', mujeres que maximizan su disfrute velando por la belleza del hogar o "la transformación del sofá convertido en un centro neurálgico del placer". En este sentido, algunos expertos vaticinan que el poder disfrutar sin salir de casa se convertirá en una señal de estatus en el siglo XXI.

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