MADRID, 19 Ago. (CHANCE) -
Se te hace la boca agua al verlos, esto es lo que ocurre desde el siglo VIII cuando fueron creados. En esa época era tan exclusivo que sólo se encontraba en la corte francesa.
El macaron es un pastelillo redondo que es crujiente por fuera y blando por dentro, hecho con una pasta de almendras trituradas, azúcar y claras de huevo. Se presentan normalmente pegados de dos en dos a través de una pasta consistente.
El siguiente paso consiste en aromatizarlos: con vainilla, café, chocolate, pistachos, avellanas o fresas tradicionalmente. Pero hoy en cada pastelería ensayan e innovan incorporando nuevos sabores tanto en la masa como en el interior del macaron: rosas, azahar, canela, azafrán, limón, etc.
Lo que muchos desconocen es que su verdadero origen proviene de Italia en el siglo VIII y posteriormente fue llevada a Francia por Catalina de Medicis al contraer matrimonio con el Duque de Orleans, futuro rey de Francia en el siglo XVII.
La receta que hoy ha llegado a nuestras manos es muestra de décadas de perfeccionamiento y fue Pierre Desfontaines, pastelero de Ladureé, quien por primera vez unió dos macarons con un ganache.Por ello otorgamos su origen al pastelero francés.
Pierre Hermé modernizó y popularizó el macaron al realzarlo con diversos y originales sabores y colores. Pero esta tradición se ha expandido a todas las partes del mundo y podemos encontrarlos en: Londres, Nueva York, Tokio, Berlín, y ahora en México con Le Macaron Boutique.
Por tanto hablamos de una delicia que ha pasado de encontrarse sólo en la corte, a más personas pero manteniendo ese distintivo de exclusividad. Pero la fama adquirida es tan alta que marcas como Mc Donalds han hecho su propia versión en un precio más asequible.