MADRID, 18 Mar. (CHANCE) -
Desde hace algún tiempo, Madrid se ha convertido en la gran capital europea por la que pasan todos los espectáculos. Por ello, hemos querido hablar con Marcos Cámara, uno de los productores ejecutivos de Billy Elliot y West Side Story y socio de SOM Produce, actualmente la productora de espectáculos más importante, con capital español.
Marcos y sus socios se encargan de traer a Madrid y a toda España producciones que se han podido ver en el mismo Broadway.
P: ¿Qué es lo que ha pasado en Madrid que se ha convertido en la gran capital por donde pasan todos los espectáculos?
SOM: Madrid siempre ha sido un importante foco de turismo y cultura. En los últimos años, a nivel global se están produciendo la consolidación de los espectáculos en vivo como uno de los mayores atractivos para el público y por supuesto eso es un gran atractivo también para el turismo. En el mercado de los musicales, Madrid ocupa la tercera plaza en espectadores y espectáculos en cartel, tan solo por detrás de Londres y Hamburgo.
P: ¿Con tanta variedad cultural, cómo se puede elegir un espectáculo? ¿o había que tomar alguna medida por parte del ministerio, instituciones, etc. para que una familia media pudiera disfrutar de más espectáculos?
SOM: La variedad es lo que precisamente hace que el mercado sea interesante y percibido como una alternativa para todo el mundo por gusto y por capacidad de gasto. Esa amplitud en la cartelera es lo que hace que el mercado alimente a un mercado que necesita de más contenidos que nunca.
Los espectáculos en Madrid tienen un precio acorde al coste de producción que conllevan, y todas las producciones hacen esfuerzos para intentar encontrar el precio que se adecue a cada uno. Es frecuente encontrar precios para familias, para grupos, días mas baratos entre semana, entradas desde cifras realmente asequibles, etc. No se pueden valorar los precios tan solo por la entrada más cara en el día más demandado. Evidentemente como en cualquier otro producto, en esas circunstancias los precios son más elevados, pero es fácil encontrar el precio para cada uno dependiendo de días, funciones, fase de la temporada, asistencia en grupo, etc.
P: ¿En qué medida habéis contribuido vosotros con esa gran oferta?
SOM: SOM está comprometida con el talento y con la generación de la mejor oferta en teatro musical. Como productora y exhibidores somos conscientes de la necesidad de alimentar el mercado cada año con novedades, ya sea mediante producciones propias, asociadas o simplemente mediante acuerdos de exhibición. SOM produce al menos un título de gran formato desde su creación, programamos conciertos, shows de comedia o los mejores espectáculos como Nada Es Imposible de Antonio Díaz, el Mago Pop. Es decir, procuramos generar una oferta con géneros diversos y adaptado para un público cada vez mas exigente que exige que les sorprendamos cada temporada. A su vez, esta exigencia, es la que por un lado nos anima a tomar nuevos riesgos y nos motiva para seguir generando
P: Siendo tan duro y tan difícil, ¿en qué momento y por qué os decidís embarcar en esta aventura?
SOM: Porque el mundo del teatro y el directo nos apasiona. Somos muy afortunados de poder hacer lo que a la vez nos hace vibrar. A veces cuesta separar tus gustos de lo que el mercado espera y es ahí donde tenemos que tener la cabeza fría, escuchar al mercado y adaptar las producciones a nuestro gusto local.
P: ¿Tenéis algún musical u obra teatral por excelencia?
SOM: Es muy difícil elegir una. De las que hemos producido, todas han marcado una época para nosotros por diferentes motivos: Sonrisas y Lágrimas es de donde la productora toma su nombre (Sound of Music), Priscilla fue nuestra primera réplica, Cabaret nuestro primer gran clásico, Billy Elliot nuestro mayor reto a nivel de producción y West Side Story el lujo de poder reproducir una de las mejores partituras de la historia. Pero lo mejor no es lo que hemos hecho, sino todo lo que quedar por hacer. Y sobre todo la ilusión de ver un mercado que está cambiando y creciendo por momentos. Hoy el género musical está viviendo una de las épocas mas apasionante de su historia. Solo hay que dar un vistazo a la cartelera de Nueva York o Londres para darse cuenta de ello. Y desde luego ver los que se van a convertir en futuros clásicos como Hamilton o Dear Evan Hansen.
P: ¿Qué es lo que busca el público?
SOM: Busca que seamos capaces de cumplir sus expectativas de hacerles vivir un momento inolvidable. Nosotros muchas veces nos lo recordamos cuando estamos produciendo: No vendemos entradas, vendemos 3 horas de felicidad. Ese es nuestro objetivo. La felicidad es su sentido más amplio: unos la viven con la comedia, otros con la interpretación que te transporta o con la música que eleva el significado de una escena hasta un momento de emoción superior. En definitiva ponen en nuestras manos su tiempo, que probablemente es su bien mas escaso y por ello nos esforzamos en que todos nuestros espectáculos tengan un denominador común: la emoción.
P: ¿Nos falta conciencia cultural o se debe más a los precios?
SOM: En general lo que tenemos que tener son menos complejos. Madrid se encuentra junto con Londres o Hamburgo a la cabeza del consumo cultural de teatro en Europa. Es curioso, pero tendemos a tener la percepción de la parte del vaso que está vacía, cuando en realidad la parte llena ocupa mucho mas. Por supuesto que se puede mejorar mucho, pero Madrid es un ejemplo de oferta y de consumo cultural. Madrid es a día de hoy, la capital mundial de los musicales en castellano. Ninguna otra ciudad de habla hispana cuenta con una oferta como la nuestra. El futuro es brillante en este sector del entretenimiento y si bien siempre es mejorable, a muchos les gustaría estar en nuestra situación.
Solo en el caso de SOM, vendemos cada año mas de 1 millón de entradas en Madrid en nuestros teatros.
