MADRID 15 Sep. (Por María Moya) -
La que fuera la "reina de las mañanas" durante la década de los 90 y principios del nuevo siglo regresa para recuperar su trono. María teresa Campos conducirá 'En boca de todo', el nuevo magazine vespertino en el que la malagueña se ha hecho acompañar de su hija Carmen Borrego a la dirección.
Regresa con su desparpajo y convicción habituales para recuperar parte de ese público que siempre le ha sido fiel y que llegó a convertirla en todo un líder de opinión. Visiblemente relajada y emocionada, la periodista aseguró estar en plena forma para hacer lo que siempre ha hecho, una televisión dirigida a todos, en la que siempre se ha puesto del lado de lo que le parecía "más justo en cada momento".
- ¿Cómo afrontas este nuevo reto?
- Es muy difícil comprender lo que siente una periodista como yo, que ha hecho tantas cosas, cuando cuentan con ella como rostro para vender un nuevo proyecto, el de una cadena muy "siglo XX". Yo nunca me he movido por el dinero, porque si no, no habría estado hasta los 50 años en Televisión Española. Yo creía que ya había estado en todas partes, aunque se ve que no. Cuando he ido de un sitio a otro, siempre he sentido la emoción de volver a empezar. He sido líder de audiencia durante 15 años, lo que es un hecho objetivo y no una vanidad, y yo por hacer esto no pierdo mi tarde de Telecinco de los sábados, que es un éxito. El poder compatibilizarlo es muy bonito.
- ¿Estás preparada para trabajar seis días en semana?
- La directora de este programa es mi hija Carmen, que lleva años en el grupo y con la que ya hice el primer 'En boca de todos' en mayo. Luego me llamaron para esto y le pregunté a mi hija si lo iba a organizar ella, porque si no, yo no iba. Si yo tuviera que levantarme cada mañana para preparar el programa no lo habría aceptado, porque hubiera sido demasiado. Pero ahora no tengo que madrugar, por primera vez en muchos años, no tengo que trasnochar, por lo que puedo salir y hacer vida social. Confío plenamente en Carmen, porque es una de las personas con mayor capacidad de trabajo que conozco.
- ¿Se trabaja bien sabiendo que es tu hija la directora?
- Claro, porque yo llevo muchos años trabajando y Carmen es la primera persona que me descargó de trabajo cuando estaba en Telecinco y tenía tres reuniones diarias. Hay que saber delegar y la única persona que me quitó esas responsabilidades hace ya unos años es mi hija.
- Se te ve relajada, pero ¿vas a salir a competir por la audiencia?
- Una cosa es que yo sea competitiva y otra cosa es que yo entre en una empresa bajo la condición de hacer una audiencia en un tiempo. Es cierto que me gusta que, habiendo tantas televisiones, haya tanta expectación con "La diez". Yo tengo un público muy fiel. El otro día, una señora que me ve los sábados me dijo: "María Teresa, te doy las gracias porque mi madre te ha visto toda la vida y ahora tiene alzheimer, pero cuando te ve los sábados en televisión no para de sonreír".
- Ahora vas a rivalizar con tu hija Terelu en la misma franja horaria.
- Sí, y con mi amigo Jorge Javier, que me alegro mucho de sus éxitos y estoy muy contenta de que Terelu esté allí y haya tenido tanto éxito cuando lo ha sustituido, porque no es una tarea fácil. Yo creo que hay sitio para todos. Nosotros salimos modestamente.
- Si les quitáis un punto, tampoco pasa nada...
- Como tienen tantos, intentaré quitarles unos cuantos.
- La diferencia de presupuesto entre este programa y el que hacías antes es grande.
- Los contenidos son consensuados y pasan por mí y por mi hija. Es un formato contenedor que tiene muchas cosas de las que yo he hecho siempre, pero las he puesto al día. Presupuestariamente se nota la diferencia, pero ellos me han hecho un plató magnífico, tengo los colaboradores que he tenido y los presupuestos de la mañana siempre habían sido pequeños, así que soy especialista en programas baratos. Luego ya empezó a haber una competitividad feroz y se dieron cuenta de lo importante que era la mañana para las medias de audiencia diarias. Pero durante muchos años he sido la reina del programa barato.
- Decías que vas a recuperar "El corrillo".
- Antes se tenía la creencia de que el magazine de mañana era para las mujeres y que a las mujeres les interesaban solo determinadas cosas, pero es una deformación machista. Yo no me dirijo a nadie en especial. Para mi siempre ha sido una preocupación especial por eso, pese a que he tenido una reputación contradictoria, porque para muchos siempre he tenido un programa de marujas, cosa que he rechazado por la connotación negativa que tiene para la mujer, y para otros he sido una feminista, que realmente es lo que he sido siempre. Un taxista me llegó a decir que yo ponía a las mujeres en contra de los hombres. Hay muchas mujeres que no han tenido la oportunidad de integrarse en el mundo del trabajo y que me han dicho que habían aprendido mucho.
- Ahora estás en una casa con una línea editorial muy marcada, mientras que la imagen que desprendes es de mujer progresista.
- Siempre he sido como soy, he tenido pluralidad en la mesa y lo que yo piense no me lo van a impedir. Yo he estado en la Cope y he dicho las cosas que creía que tenía que decir. En Punto Radio nadie me llamó para decirme nada sobre lo que había dicho. Soy respetuosa con las empresas que me contratan y cuando estuve en la Cope yo ya sabía que no me iba a poner a hablar mal del Papa. Yo salgo a hacer un programa para todos, pero si tengo que decir algo que yo creo que es justo, no me calla nadie. Los que me contratan saben a quién han contratado. A lo mejor no me contratan para un debate político, pero tampoco me interesaría.
- ¿Habrá debate político en el programa?
- No, porque es de seis a ocho, pero voy a hacer mucho debate social como he hecho por la noche y la frontera entre lo social y político es prácticamente inexistente, por lo que las posturas ante la vida comportan una ideología. Yo no he cambiado y yo me pongo del lado de lo que creo que es justo. Ahora no se puede decir con claridad si uno es de derechas o de izquierdas, porque está todo muy raro, pero lo que sí tengo claro es que soy una persona conciliadora y yo hago mía la frase "No comparto tus ideas pero daría la vida porque pudieras defenderlas".
- El otro día, tu hija Terelu te citó cuando afirmó que no había trabajo grande o pequeño, sino bien o mal hecho.
- Eso me lo he aplicado siempre, por lo que la valía y la importancia del trabajo que hago depende de cómo lo haga, no del medio en el que esté.