MADRID, 8 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un estudio del Centro Médico del Departamento de Asuntos de Veteranos de White River Junction (Estados Unidos) desaconseja reducir el umbral de PSA indicado para pasar por una biopsia que detecte el cáncer de próstata. Las conclusiones de esta investigación se publican en 'Journal of the National Cancer Institute'.
Los expertos explican que disminuir el umbral actual del antígeno específico de la próstata (PSA) para recomendar una biopsia de la próstata podría someter a millones de hombres a pasar por esta prueba sin evidencias de que mejorarán las tasas de mortalidad por este tipo de cáncer.
En la actualidad, los especialistas recomiendan que los hombres con un nivel de PSA anormal, un nivel que excede los 4,0 ng/mL, pasen por una biopsia de próstata para descartar la existencia del cáncer.
Sin embargo, algunos hombres diagnosticados con cáncer de próstata tienen niveles de PSA inferiores a los de este umbral, incitando a algunos expertos a sugerir una reducción hasta el 2,5 ng/mL para posiblemente detectar más casos de cáncer.
Para examinar las implicaciones de esta sugerencia los científicos examinaron datos de la encuesta nacional de salud y nutrición de los años 2001-2002 en la que participaron 1.308 hombres de 40 años de edad o mayores sin historial anterior de cáncer de próstata, y datos del Instituto Nacional del Cáncer sobre el riesgo de muerte por cáncer de próstata. Utilizando esta información, calcularon los efectos de reducir el umbral de la prueba del PSA a 2,5 ng/mL en hombres que se someten a ella.
Los científicos descubrieron que si todos los hombres estadounidenses de edades comprendidas entre los 40 y los 69 años pasaran por la prueba del PSA con un umbral de 4,0 ng/mL, alrededor de 1.500.000 de ellos tendría niveles lo suficientemente anormales para justificar una biopsia. Disminuir el umbral a 2,5 ng/mL supondría que 1.800.000 hombres tendrían que pasar por la biopsia.
Este grupo de hombres con niveles anormales constituiría el 10,7 por ciento de todos los hombres estadounidenses de entre 50 y 59 años y el 17 por ciento de aquellos de entre 60 y 69 años.