MADRID, 11
Llega el otoño y, con él, el descenso de las temperaturas, la lluvia, los cambios horarios, la disminución de las horas de luz* y la astenia otoñal. Y es que no todas las personas se habitúan fácilmente a los cambios ambientales que se producen con el cambio de estación. Al igual que sucede al inicio de la primavera, hay personas que pueden padecer este trastorno leve, generalmente de corta duración, que puede verse agravado por factores propios del ritmo de vida actual, como el estrés laboral o el descuido de una alimentación correcta.
La astenia otoñal es menos conocida que su equivalente primaveral. Sin embargo, cada vez más personas presentan este trastorno. La mala adaptación a los cambios estacionales se manifiesta como un desorden biológico que suele durar unos pocos días o semanas. La astenia otoñal se caracteriza por una serie de síntomas tanto físicos como psíquicos, como cansancio, debilidad generalizada, somnolencia, bajo estado de ánimo, dificultad de concentración y apatía. También pueden aparecer irritabilidad, falta de apetito, disminución de la libido e incluso un descenso de las defensas del organismo, que lo hace más sensible a procesos infecciosos.
A pesar de todos estos síntomas, los expertos coinciden en que la astenia otoñal no es una enfermedad ni un síndrome, ya que sus efectos desaparecen en cuanto el organismo se ajusta a los cambios estacionales. Como en muchos otros problemas de salud, el mejor tratamiento es la prevención. Para ello, existen una serie de recomendaciones que pueden evitar la aparición de la astenia en otoño:
- Respetar las horas de sueño.
- Mantener una alimentación sana y equilibrada.
- Practicar ejercicio físico moderado.
- Llevar una vida ordenada, manteniendo horarios fijos para acostarnos y levantarnos y para las comidas.
- Reducir el consumo de sustancias como tabaco, alcohol y bebidas con cafeína.
- Aprovechar las horas de luz natural para salir a tomar el aire y el sol.
- Realizar actividades intelectuales que nos motiven y estimulen.
- Hacer pequeños descansos de cinco minutos cada hora durante la jornada laboral.
Suplementos de vitaminas y aminoácidos
No obstante, en algunas personas estas recomendaciones pueden no ser suficientes para hacer frente a la astenia. Como señala Rafael García Gutiérrez, director general de la Asociación para el Autocuidado de la Salud (anefp), en estos casos los suplementos a base de vitaminas y aminoácidos pueden ser útiles para paliar los síntomas de este trastorno estacional, especialmente en aquellas personas que presentan carencias de vitaminas.
"Los complementos de vitaminas y aminoácidos no curan la astenia, pero sí ayudan a que nuestro cuerpo obtenga todos los nutrientes que necesita para funcionar a pleno rendimiento y contribuyen a que las defensas estén mejor preparadas para evitar enfermedades e infecciones", explica el director general de anefp. Desde esta asociación se insiste en que una dieta equilibrada y unos hábitos de vida saludables permiten al organismo obtener los nutrientes que son necesarios para mantener el organismo en perfectas condiciones. "El problema es que cada vez menos gente sigue unas pautas de alimentación adecuadas, lo que provoca carencia de algunas vitaminas, por lo que los suplementos de vitaminas y aminoácidos pueden beneficiar a estas personas", sostiene García Gutiérrez.
Actualmente se pueden obtener en farmacias diversos complementos de vitaminas y aminoácidos que nos ayudan a sobrellevar mejor los síntomas de la astenia, aunque es imprescindible que, antes de adquirir cualquiera de estos productos, se consulte al farmacéutico sobre sus propiedades y sus efectos. "Estos suplementos, como cualquier otro producto que actúa sobre la salud de los individuos, deben tomarse siempre bajo la supervisión de un profesional sanitario, en este caso el farmacéutico, y sólo mientras sea necesario", afirma el director general de anefp.
Los complementos de vitaminas y aminoácidos no sólo pueden ser útiles para las personas que padecen astenia otoñal. Los estados carenciales de vitaminas pueden presentarse en otras situaciones no relacionadas con los cambios de estación. Así, por ejemplo, las mujeres embarazadas, los niños y los ancianos presentan unas necesidades de vitaminas y minerales superiores. También requieren mayor cantidad de vitaminas y aminoácidos las mujeres que atraviesan la menopausia, los fumadores, las personas que hacen mucho ejercicio físico o las que están sometidas a estrés.
Desde la Asociación para el Autocuidado de la Salud se recomienda, no obstante, que antes de consumir cualquier suplemento nutricional, es necesario acudir al farmacéutico. "Este profesional sanitario nos va a decir si necesitamos tomar un complejo vitamínico o no y, en caso de que sea necesario, nos va a indicar el más adecuado a nuestra situación", concluye Rafael García Gutiérrez.
Emisor: Asociación para el Autocuidado de la Salud (anefp)
Contacto: Nuria Sastre, comunicación de anefp, tel. 91 435 35 69, extensión 6, prensa@anefp.org. Rubén Marcos, Europa Press Comunicación, tel. 91 359 26 00, rubenmarcos@europapress.es.